Un “presupuesto adicional” que compromete la autonomía universitaria

Ronis Socarras Soto, Presidente Consejo Superior Estudiantil UPC, 26 de octubre de 2010

Nuevamente el gobierno de Juan Manuel Santos trata de llevar a la educación pública por el camino del abismo. “No se puede construir un país netamente neoliberal cuando todavía hay asomos de lo público”, es el argumento que utilizan los adalides de dicha política, y en este caso, las universidades que aún conservan ese carácter gracias a la vehemente lucha emprendida por el movimiento estudiantil se mantienen en alerta frente a las nuevas pretensiones del Ejecutivo.

Hoy cursa un proyecto de ley que persigue modificar los artículos 86 y 87 de la ley 30 de 1992 con miras a definir un nuevo esquema de financiación de la educación superior y, bajo el discurso de girar unos recursos adicionales a las universidades, plantea una serie de condiciones. El Gobierno pretende de esta manera mostrar una nueva imagen, haciéndoles creer a las universidades que sí le interesan unos claustros universitarios de la mejor calidad posible.

Podemos recordar la leyenda del caballo de Troya para entender cómo se está fraguando tan nociva medida por parte del gobierno de la “unidad burocrática”. Recordemos que después de casi una década de guerra entre griegos y atenienses, Odiseo se ingenia una táctica para engañar a los troyanos y poder destruirla. Es exactamente lo mismo que han tratado de hacer los gobiernos apátridas, incluyendo al actual, desde hace más de una década. Por eso vemos esa lucha constante entre el movimiento estudiantil y los gobiernos, unos para no permitir la privatización y el detrimento de la universidad pública, los otros por tratar de adecuar el sistema educativo al modelo económico imperante, el neoliberalismo.

El caballo de Troya, para esta ocasión, es la reforma que pretenden convertir en ley, pero, ¿será que nos vencerán en el debate? Para eso debemos estar preparados todos los estudiantes colombianos. Nuestra universidad hay que defenderla y no dejarnos engañar con el discurso.

Se calcula que para el año 2011 el presupuesto que el gobierno gira a las universidades públicas será reducido en más de medio billón de pesos, a lo que debemos sumar el déficit presupuestal en que están sumergidos dichos claustros, que oscila entre los 469.000 millones de pesos, por concepto de gastos adicionales para su funcionamiento, según estudio hecho por los vicerrectores del SUE. Intenta cañar este gobierno a las universidades diciendo que “adicionará más de 2 billones de pesos, presupuesto que va incrementando cada año y se hace un cálculo que aproximadamente para el año 2019 se llegue a la suma anteriormente mencionada”. ¿Y las condiciones qué? ¿Cuánto se gastarían las universidades en cumplir los requerimientos del gobierno para recibir ese dinero? ¿Renunciamos a la autonomía?

Si realmente al gobierno del presidente Santos le interesa mucho la educación superior en Colombia, debería dejar de aplicar ese método del subsidio a la demanda a través del tan tormentoso Icetex, que se ha vuelto un dolor de cabeza para todos los estudiantes que acuden a esa entidad por necesidad. Lo contrario, y que sería lo correcto, es girar dicho recursos directamente al presupuesto general de cada claustro, para poder alivianar de manera sustancial todos los desmanes que aquejan a la universidad pública. La ampliación de cobertura sin presupuesto atenta contra la calidad de la educación. El incremento de carreras técnicas y tecnológicas de manera irresponsable hace perder el carácter profesional de los pregrados en nuestras universidades y demuestra una vez más sus intenciones de fondo: generar una educación pobre, para pobres, provocando una mano de obra barata y así congraciarse con las multinacionales, lógicamente haciendo de esta manera un homenaje al “huevito de la confianza inversionista”.

Nota: La Universidad Popular del Cesar es doblemente golpeada por este gobierno, siendo ésta una de las universidades peor financiada por el Estado. a través de este proyecto de reforma a la ley 30 de 1992, Santos intenta desfinanciarla y como si fuera poco, el proyecto de regalías que hoy cursa en el Congreso, de llegar ser aprobado, les quitará el derecho a muchos jóvenes de la región poder educarse, ya que recibimos subsidios de esas regalías para poder pagar las costosas matrículas que hoy cobra la universidad.

BASES GRINGAS EN COLOMBIA: “YES, WE CAN”





Octubre 20 de 2010

Sergio Muñoz, Presidente OCE-Unicesar.


Recientemente fue dada a conocer la noticia en la cual el subsecretario de Defensa de EE.UU., Frank Mora, declara que el  “Acuerdo complementario para la cooperación y asistencia técnica en defensa y seguridad entre los gobiernos de la República de Colombia y los Estados Unidos de América”, suscrito en Bogotá el 30 de octubre de 2009, más conocido por autorizar la instalación de siete bases militares norteamericanas en suelo patrio, aún es importante para el gobierno de los Estados Unidos, ya que, según él “institucionaliza la relación en temas de defensa entre ambos países.”[1] Y añade “Es cierto que hay muchas cosas que se pueden seguir haciendo, pero una parte importante de una relación que se sigue fortaleciendo, es formalizarla. Eso, además, le da más transparencia. Es un paso importante para la relación bilateral”.[2]

Estas declaraciones coinciden con las entregadas a mediados de agosto por el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley. Crowley señaló que la administración Obama espera que el gobierno de Juan Manuel Santos  "tome los pasos apropiados para asegurar que se pueda preservar el acuerdo bilateral".[3]

La Corte Constitucional de Colombia declaró que el acuerdo en mención “no puede surtir efectos en el ordenamiento interno colombiano hasta tanto cumpla con el trámite constitucional previsto para los tratados en forma solemne, de conformidad con lo establecido en los artículos 150.16, 154, 157, 158, 160, 165, 224 y 241 numeral 10 de la Carta Política”. [4] A ojos de la Corte es claro que el manido argumento de la mera extensión de acuerdos ya celebrados es totalmente falso. Por eso fundamenta que “examinado el Acuerdo Complementario, la Corte constató que no se está ante un acuerdo simplificado sino frente a un instrumento que involucra nuevas obligaciones para el Estado Colombiano, así como una extensión de las adquiridas con anterioridad, por lo que debió ser tramitado como tratado internacional, esto es, sometido a la aprobación del Congreso de la República y revisado posteriormente por la Corte Constitucional”.[5] A través de estos argumentos, y por amplia mayoría, por medio del auto 288 de 2010, cuyo magistrado ponente fue Jorge Iván Palacio Palacio, la Corte resolvió declarar la inexistencia del precitado acuerdo.

Es notorio el profundo deterioro del papel predominante de USA como potencia. Actualmente atraviesa la más grave crisis financiera de su historia, que ha arrasado con un significativo número de puestos de trabajo, ha aumentado el déficit fiscal y comercial y ha llevado a que el gobierno gaste cuantiosas sumas de dinero en dudosos “planes de salvamento” que han sido cargados en los hombros de los norteamericanos más pobres. Por esto el 81% de los norteamericanos cree que la economía va mal, de estos, el 53% culpa a Bush, el 33% a Obama, y el resto considera que ambos tienen la culpa.[6]

Además de lo anterior, sostiene guerras por doquier en el globo, las cuales se han constituido en sonoros fracasos, como es el caso de Afganistán (“la tumba de los Imperios”) en dónde los talibanes controlan más del 75% del territorio y poseen mayor experiencia y capacidad militar.[7] A lo cual se le debe sumar las más de 800 bases militares de su propiedad que sostiene por todo el mundo con claros fines intervencionistas y, lógicamente, en detrimento de la soberanía territorial y militar de los Estados respectivos.

¿Por qué Estados Unidos persiste en instalar siete bases militares en nuestro territorio a pesar de todos sus descalabros? Aurelio Suárez, en su libro “Confianza inversionista. Economía colombiana, primera década del siglo XXI” explica que el Departamento de Estado de Estados Unidos, so pretexto del Plan Colombia, había celebrado contratos a junio de 2003 por un monto de $150 millones de dólares. También demuestra el autor en su obra que al Plan Colombia USA sólo aportó el 11% de los $58 mil millones de dólares entre 1999 y 2008, mientras que Colombia asumió el 89% restante.

Estados Unidos centra más del 80% de su PIB en el complejo militar industrial. Es por esto que al profundizar y generar nuevos conflictos a escala global busca paliar su crisis financiera dinamizando este componente. Al depender de esta explosiva fórmula, a la que debe sumársele la constante devaluación de su moneda, podemos avizorar que será insostenible y producirá resultados totalmente contraproducentes para USA en el mediano plazo. Se colige claramente que Estados Unidos es un país débil estratégicamente, agónico en sus entrañas. Su era de tropelías y dominación está próxima a derrumbarse.




[2] Ibídem.

[4] Corte Constitucional de Colombia, Comunicado No. 40, 17 de agosto de 2010.

[5] Ibídem.

[6] Tomado de CNN en español.

[7] http://www.eltiempo.com/mundo/asia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-8093620.html

DECLARACIÓN FINAL DEL ENCUENTRO NACIONAL DE REPRESENTANTES ESTUDIANTILES DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR



LA CRISIS DE LA UNIVERSIDAD  COLOMBIANA Y LAS RESPUESTAS DEL MOVIMIENTO UNIVERSITARIO

Colombia en la actualidad es el sexto país más desigual del planeta, solamente superado por países como Haití, Botsuana e Islas Comoros. Hoy en Colombia solo 28 de cada 100 colombianos en edad de trabajar tiene un empleo estable y formal, mientras los 72 restantes se reparten entre informalidad y desempleo. Como si fuera poco el 50% de nuestra población es pobre.

Con este panorama resultaría obvio que el Estado haga esfuerzos adicionales para educar a su pueblo y así poder salir de la pobreza y el subdesarrollo que nos agobia. Lamentablemente el nuevo gobierno continua profundizando la política oficial de la última década, es decir: El paulatino desfinanciamiento de la Universidad Publica en claro detrimento de la calidad, la política de subsidio a la demanda a través de la colocación de créditos provenientes del capital financiero mundial, en detrimento del subsidio a la oferta; el continuo atropello a la Autonomía Universitaria baluarte de la Educación Superior, el desmonte del Bienestar Universitario, y la constante estigmatización del movimiento estudiantil, profesoral y sindical.

Con el propósito de profundizar la política de mercantilización de la Educación Superior, el proyecto de presupuesto general de la nación (PGN) presentado por el gobierno para el año 2011 incluye una reducción de 7.47% respecto del presupuesto del año 2010, hecho que comprueba el carácter retardatario y continuista del gobierno Santos, respecto de la política de “revolución educativa” de Uribe.

La necesidad de más presupuesto para la educación pública no es un capricho de unos pocos, es una necesidad imperante e inaplazable de la nación colombiana, es además, condición sine qua non para el desarrollo nacional y la superación de la desigualdad social.

En este marco los representantes estudiantiles de la Educación Superior Pública y Privada nos hemos reunido con el objeto de trazar una hoja de ruta común de respuesta y movilización ante la inminente aprobación de la Ley de Presupuesto General de la Nación del año 2011, partiendo del rechazo unánime a la política de desfinanciamiento y privatización de la educación pública y de violación sistemática de la autonomía universitaria por vía de la asfixia presupuestal de las Universidades Públicas, y del menoscabo de la democracia y la participación de los estamentos que componen la comunidad universitaria en cada una de las decisiones atinentes a la Educación Superior. De manera que surge como consenso, el rechazo categórico al proyecto de reforma a la Ley 30, por el cual se modifica el esquema de financiación de las Universidades Públicas, presentado por el Gobierno nacional y que hoy hace tramite en el congreso de la República, por cuanto representa una violación flagrante a la autonomía universitaria; además, hacemos expresa nuestra oposición al Proyecto de Presupuesto General de la Nación para el año 2011, que continúa en con el marchitamiento paulatino de la Universidad Pública.

La reducción presupuestal propuesta para el año 2011 por el Gobierno de Santos, aumenta sustancialmente el déficit acumulado de las Universidades Públicas calculado en más de medio billón de pesos por el Sistema Universitario Estatal SUE. El estudio realizado por el SUE calculó que las Universidades Públicas han incurrido en costos adicionales en gastos de funcionamiento                          por cerca de 469.000 millones de pesos desde 1992 hasta el año 2007, y si a ello le sumamos la reducción de 7,47% en el presupuesto de las Universidades Públicas para el año 2011, encontramos que el déficit acumulado de las Universidades públicas aumentaría ostensiblemente con respecto al estudio realizado por los vicerrectores del SUE, en más de doscientos mil millones de pesos. De manera que la situación financiera de las Universidades Públicas tenderá a agravarse dramáticamente con la reducción anunciada para el año 2011, reducción que dicho sea de paso, se hace sobre los recursos que se le prometieron a las Universidades Públicas a cambio de haber aumentado 20.000 cupos nuevos para el año 2010 en condiciones magras de infraestructura y de calidad.

Este desmonte de la Educación Superior Pública repercute directamente en el aumento del subsidio a la demanda por vía del ICETEX y demás entidades financieras que canalizan los prestamos provenientes del Banco Mundial y el capital financiero internacional, con tasas de interés altísimas, que terminan convirtiéndose en la única manera que tienen las familias y los estudiantes para pagar los escandalosos aumentos en las matriculas de las Universidades Privadas. Se instituye así una lógica perversa, bajo la cual la educación se convierte en un negocio alimentado de la necesidad humana; por esta razón, los estudiantes Universitarios de Colombia, tanto de Universidades públicas como privadas hemos venido aunando fuerzas en el entendido de que cada flecha disparada contra la Universidad Pública, agudiza la crisis de las familias que pasan por mil necesidades en procura de conseguir los recursos para pagar las matrículas de las Universidades Privadas.

La defensa de una Universidad Pública que sea financiada por el Estado adecuadamente, del respeto de su autonomía y el rechazo a la privatización y la estigmatización del movimiento universitario, constituyen hoy las bases sobre las cuales se genera la unidad de criterios y de acción de los Representantes Estudiantiles de las Universidades Públicas y privadas de Colombia, quienes con el firme propósito de defender estas consignas, hacemos un llamamiento a todos los sectores democráticos de la sociedad Colombiana, para que acompañen a los estudiantes universitarios, trabajadores y profesores de Instituciones de Educación Superior públicas y privadas, en la Movilización Nacional convocada para el día Miércoles 20 de Octubre, con el propósito de presionar la aprobación de la Ley de presupuesto general de la nación y defender una vez más el derecho a la educación de los colombianos.

Los Representantes Estudiantiles participantes del seminario encuentro de los representantes de la educación superior, reafirmamos nuestra firme oposición al proyecto de reforma a Ley 30, por medio del cual se modifica el esquema de financiación de la educación superior, que hoy hace tramite en el Congreso de la República, y manifestamos nuestro firme rechazo al modelo de confianza inversionista, que hoy pretende convertir al país en una enclave de las multinacionales  adecuando la educación superior a las necesidades del capital foráneo, bajo la premisa de que en las Universidades “se está enseñando demasiado educando profesionales que superan con creces las necesidades del mercado”, para lo cual se han valido de la estandarización de los contenidos por vía de la acreditación. Es claro que para lograr la adecuación de la Universidad a las necesidades del mercado, el Gobierno debe valerse de la violación del baluarte de las Universidades, a saber, su autonomía, por ello rechazamos la violación sistemática a la autonomía universitaria por parte del Gobierno y particularmente, la incursión de la fuerza pública al campus de la Universidad de Antioquia y el posterior cierre del centro educativo por cerca de veinte días.

Finalmente invitamos a la comunidad universitaria a participar de las actividades que se han convocado desde los sectores democráticos que han tomado parte de la defensa de la Universidad Pública:

1.     Movilización nacional por la financiación adecuada de la Universidad Pública, la defensa de la Autonomía Universitaria y contra la privatización de la educación pública y la estigmatización del movimiento universitario el miércoles 20 de octubre.

2.     Audiencia Pública “La crisis de la Universidad Pública. La universidad defiende la vida”, los días 5 y 6 de noviembre de 2010 en la Universidad Industrial de Santander.


Manizales, Octubre 10 de 2010

La Universidad Nacional en el Cesar: una buena noticia

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Fecha 18 octubre 2010

Por: Imelda Daza Cotes

La educación es una función de enorme trascendencia en toda sociedad, y en su fase superior es determinante de los procesos de cambio,  transformación y avances.  Las instituciones de educación superior e investigación reúnen una masa crítica de personas cualificadas y cultas que promueven e impulsan el desarrollo endógeno y sostenible. En el mundo de hoy la sociedad tiende cada vez más a fundarse en el manejo del saber  y del conocimiento.  La educación hace posible la  superación de los abismos y distancias entre el atraso y el desarrollo, a través del intercambio de conocimientos, de  la cooperación internacional y del desarrollo de tecnologías propias y adecuadas. La garantía de un mejor futuro reside en buena medida en la formación integral de buenos ciudadanos y esa es una tarea que le compete a la universidad.

Las instituciones que regularmente tienen el encargo de formar profesionales son las Escuelas de Educación Superior (es lo que son la mayoría de las universidades colombianas) y las UNIVERSIDADES, definidas como casas de estudio,  investigación y generación de saber  para beneficio de la sociedad.

La misión última de la universidad es la transformación de la sociedad, para lo cual debe cultivar y mantener una actitud crítica y una disposición a promover el cambio y la renovación a través de la docencia, la extensión y la investigación. Quiere decir que la universidad no está sólo para instruir sino, y sobre todo, para EDUCAR, lo cual  tiene que ver con la formación de convicciones, de valores, de intereses sociales; es  formar individuos con capacidad crítica y espíritu transformador, un hombre y una mujer nuevos, capaces y dispuestos a mejorar su entorno social, político y económico, comprometidos con su sociedad y empeñados en participar en su modernización. Es esto lo que le da sentido a la universidad y son estos los principios que han distinguido  a la Universidad Nacional de Colombia, una institución reconocida internacionalmente como tal. Sus diplomas son avalados sin dificultad en cualquier país de Europa y sus acuerdos de intercambio con universidades extranjeras son múltiples. Es una institución conectada con el saber universal y en permanente relación con el mundo de la ciencia. En sus aulas se imparte instrucción y formación, y por eso ella refleja en su interior toda la problemática de la sociedad colombiana. Allí se discute, se debate y se propone. Hay una dinámica que enriquece y revitaliza constantemente el aprendizaje. En sus aulas tuve la fortuna de formarme como Economista y fue allí donde adquirí plena conciencia de mi responsabilidad como ser social.

Sin duda la creación de una sede de la Universidad Nacional en el Cesar es de esas buenas noticias que reconfortan, inyectan optimismo y permiten creer firmemente que es posible un futuro mejor para la región. Los jóvenes  del Cesar, de La Guajira y de toda la Costa,  tendrán la oportunidad de recibir una adecuada formación profesional y  proyectarse como gestores del desarrollo y promotores de los urgentes cambios que demanda una región afectada por muchos problemas.

Según noticias y comentarios leídos en este  diario,  la sede de la Nacional en el Cesar  es resultado del empeño y diligencia del actual gobernador y de algunos de sus buenos consejeros. ¡Buena esa!; estos son los actos de gobierno que perduran y que merecen ser reconocidos y destacados. Sólo falta que al frente de esta sede de la Nacional esté un docente con las mejores calificaciones. Es factible que muchos profesores de la UPC se vinculen como tales a la Nacional en el Cesar. Ojalá los escogidos sean legítimos docentes y no esos que  pervirtieron la UPC,  que la convirtieron en bolsa de empleo y de contratos, y en fortín de politiqueros,  ni esos que sin pudor alguno hablan de ser capaces de dar leche pero también plomo o  que al llegar a una reunión advierten que van desarmados  o los otros que descaradamente trafican con las calificaciones de unos alumnos que impávidos deben escuchar advertencias acerca de que su asignatura la aprueban pocos.

Desde luego, la presencia de la Nacional se convertirá en una emulación para  la recuperación de la UPC, que ahora tendrá en su cercanía una institución de mayor alcance, con la cual podrá compartir y de cuyo saber podrá nutrirse y beneficiarse.

Inversión al Parque La Vallenata supera los $500 millones

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Fecha 18 octubre 2010

Según el jefe de Servicios Generales de la Universidad Popular del Cesar, Leoncio Peralta Cano, la inversión realizada en el parque La Vallenata supera los 500 millones de pesos, representados en adecuación, recuperación y puesta en funcionamiento del lugar.

A la piscina, que estaba totalmente destruida, se le hizo la respectiva recuperación, incluyendo la zona de duchas, baños y oficinas de instructores deportivos; adicional a esto, se llevó a cabo la instalación y construcción del alcantarillado interno y zona de desagüe hacia la Av. Los Militares.  “La inversión para estas dos importantes obras supera los 250 millones de pesos. Es de resaltar la gestión y compromiso que ha tenido nuestro rector, Raúl Maya Pabón, porque desde que inició su administración su meta era recuperar el parque para favorecer a la comunidad estudiantil, lo que hoy es una realidad latente, teniendo en cuenta que la piscina empezará a funcionar dentro de pocos días con sus respectivas duchas, tobogán, baños y oficinas en perfecto estado”, sostuvo Peralta Cano.

De otra parte, la ampliación y remodelación de canchas deportivas y multifuncionales, que incluye mesas para el tenis de mesa, ajedrez, entrada peatonal y garita de los vigilantes, constó de una inversión de 49 millones de pesos.

“La inversión en maquinaria pesada para la adecuación y limpieza general del lago y relleno del mismo, tuvo una inversión de 25 millones de pesos y la iluminación del parque se hizo por 13 millones de pesos. Ahora bien, ya está contratada la obra de la nueva salida vehicular de la Sede Sabanas, por detrás de la biblioteca hacia la Av. Fundación, por un valor de 78 millones de pesos, que incluye portón corredizo con control, garita, pavimentación y alumbrado”.

El funcionario informó además, que se realizará de igual forma la adecuación de mobiliario multiespacio, puestos de trabajo, sala de digiturnos para las nuevas oficinas de Registro y Control Académico en la Sede Campus.

UPC SIN IPS



UPC SIN IPS

Octubre 12 de 2010

Sergio Muñoz, Presidente OCE-Unicesar.


La Universidad Popular del Cesar, UPC, es la única universidad pública del orden nacional, de carácter presencial, con asiento en el Cesar. Es la primera institución de educación superior del departamento. Cuenta con 6 facultades, 13.211 estudiantes matriculados en pregrado, 224 empleados de planta, 704 docentes y aproximadamente $39 mil millones de pesos en su presupuesto.

Dentro de las 6 facultades se encuentra la Facultad de Ciencias de la Salud, que ofrece los programas de Enfermería, Microbiología e Instrumentación Quirúrgica. El programa de Enfermería fue galardonado por el gobierno de Colombia en cumplimiento de lo dispuesto en el decreto 1655 de agosto 25 de 1999, y se le confirió la Orden a la Educación Superior y a la Fe Pública “Luis López de Mesa” en Bogotá, el 9 de diciembre de 2.009.

En la sede Campus Universitario, ubicada en el barrio Sabanas de Valledupar, reciben clases la inmensa mayoría de estudiantes upecistas. Esta sede cuenta con una IPS que ofrece servicios de odontología y medicina general, además de contar con áreas especiales para que los estudiantes de la facultad realicen sus prácticas.

El día 13 de septiembre, entre las 5 y las 6 de la tarde, la estudiante Nadia Granados, de 19 años, quien cursaba Licenciatura en Lengua Castellana e Inglés, se encontraba en el Campus Universitario recibiendo su clase de Pedagogía. En medio de las clases la estudiante sufre un infarto. Inmediatamente es trasladada a la IPS, pero ¡oh sorpresa! en la IPS de la UPC sede Sabanas no había ni hay los implementos necesarios para atender esta clase de emergencias. Se procedió a realizar los masajes de reanimación cardio-pulmonar, pero fueron insuficientes. La ambulancia que se llamó nunca apareció. Tristemente, la estudiante fallece poco más tarde en un centro médico cercano a la UPC.

Si la IPS hubiese contado con implementos tan indispensables como una bala de oxígeno, ambú (balón autoinflable provisto de mascarilla que se utiliza en asistencia respiratoria), tubos endotraqueales, laringoscopio, un equipo de reanimación cardiaca, un equipo macrogoteo y especialmente un carro de paro, que contiene medicamentos esenciales para la estabilización del paciente mientras es remitido a un centro médico, otro hubiese sido el desenlace.

Lo anterior nos demuestra que la IPS es simplemente un “elefante blanco”, un espejismo, un centro que no cuenta con los elementos necesarios para cumplir con su misión esencial, cual es preservar la vida e integridad de la comunidad universitaria, y para colmo, el personal y sus instalaciones no están disponibles la totalidad de las horas académicas diarias (6 a.m.-10 p.m.). Esta IPS tiene como única finalidad real la misma que la nefasta ley 100 de 1993, la misma ley que instauró los tristemente célebres “paseos de la muerte”: satisfacer los intereses corporativos y financieros a costa de la salud y vida de los colombianos.

Irónicamente, una nota en la página web institucional de la UPC reza: “Los estudiantes son la razón de ser de la Universidad Popular del Cesar”. Los hechos demuestran todo lo contrario. Además de esto, para el año 2009, fueron proyectados y aprobados 20 millones de pesos del presupuesto general de la Universidad para la IPS.

Frente a esta tragedia, la cual jamás debe repetirse, y parafraseando al médico Mario Hernández en nuestros fenómenos sociales, tan complejos, las posibilidades de cambiar resultan de los consensos, de aquellos puntos de encuentro en que la gente empieza a pensar que puede ser de otra manera, idea que se expande, se contagia y entonces los grandes cambios se producen a través de la acción colectiva”. Tomemos cartas en el asunto, nuestro derecho a la vida debe ser inviolable.

La falacia de la prosperidad democrática de Santos en materia de educación superior


Juan Carlos Martínez Botero, Manizales, octubre 9 de 2010

Después de dar las primeras señales de lo que será la política pública en materia de educación superior, no hay lugar a dudas de que el gobierno de Santos continuará con las principales líneas instrumentadas por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. En esta materia, al igual que en las principales políticas públicas, el actual gobierno no ofrece ningún cambio significativo y por el contrario apunta a profundizar las concepciones neoliberales y retardatarias en el sistema de educación superior.

Con el eslogan “Educación de calidad, el camino de la prosperidad” el nuevo gobierno ha bautizado lo que será la hoja de ruta de la educación en los próximos años. Aunque evidentemente hay un cambio en el estilo, los aspectos sustanciales de la política de educación superior seguirán intactos, por lo que el tono melifluo y “contemporizador” característico del actual gobierno no puede confundirnos, ya que en esta política, como en muchas otras, no asistimos al gobierno de Santos I, sino al de Uribe III, el continuismo.

Las manifestaciones de que la política para educación superior no variará en el gobierno de Santos las encontramos en la propuesta educativa contenida en su plan de gobierno y en el nombramiento de los conductores y ejecutores de dicha política. En entrevista concedida a la revista Semana[1] el 9 de junio del presente año se señalan sus propuestas para lo que denomina educación terciaria, en el mismo lenguaje utilizado por el Banco Mundial: el aumento de cobertura sobre la base del crédito educativo; el emprendimiento; el impulso a la educación técnica y tecnológica y la articulación del SENA y las universidades con la educación media para ofrecerla en los grados 10 y 11.

Estos son los pilares sobre los que reposa la propuesta de Santos para la educación superior en el presente periodo, políticas todas definidas de antemano por el Banco Mundial como receta para profundizar la reforma neoliberal en los países subdesarrollados, negarles la posibilidad de alcanzar estadios de desarrollo propios de los países del primer mundo y ponerlos en sintonía con la nueva división internacional del trabajo, que para el caso de Colombia está definida en la especialización del país en una economía de tipo neocolonial dedicada a la industria extractiva de nuestros recursos naturales y la imposición del modelo agroexportador, en desmedro de la soberanía y seguridad alimentaria del país.

LA CONSOLIDACIÓN DEL CRÉDITO EDUCATIVO

En este sentido, la principal política anunciada en materia de financiación de la educación superior por el gobierno de Santos es impulsar el denominado subsidio a la demanda a través del crédito educativo:

“se duplicarán los créditos subsidiados y de largo plazo, a través del programa Acces, que yo creé en 2002, que cubren los costos educativos y de sostenimiento de los jóvenes, focalizados en los más vulnerables.

Doblaremos los créditos Acces del Icetex, subsidiaremos las tasas de interés y para los más pobres la tasa de interés real será de cero y los créditos serán a largo plazo, para empezar a pagar una vez el muchacho tengo un ingreso.

Los veinte mejores bachilleres de cada departamento recibirán cada año un subsidio total para que realicen sus estudios universitarios en las mejores universidades del país.”[2]

Estas aseveraciones y el anuncio de la nueva ministra María Fernanda Campo de respaldar el proyecto de su antecesora de reforma al esquema de financiación contenido en la Ley 30 de 1992, a través del cual se fomenta el subsidio a la demanda en desmedro de la financiación a la oferta, avanza en implementar el modelo ya instalado en la educación básica y media. No sobra recordar que el Acto Legislativo 01 de 2001 fue aprobado cuando Juan Manuel Santos era ministro de Hacienda y el actual ministro de esa cartera Juan Carlos Echeverri se desempeñaba como director de Planeación Nacional. La aprobación de dicha reforma que defendió con ahínco Juan Manuel Santos provocó “que los departamentos y los municipios dejaran de percibir entre los años 2002 y 2008 alrededor de 27 billones de pesos, según cálculos de la Federación Nacional de Gobernadores.”[3]

El fortalecimiento del denominado subsidio a la demanda es una “teoría (…) que fue propuesta por Milton Friedman hace 30 años y es de la misma familia de la privatización de la salud”[4]. Como se observa, Santos adopta la postura de la visión Colombia 2019, prohijada por el gobierno de Uribe, que plantea dentro de las estrategias para incrementar la cobertura el estímulo del crédito educativo a estudiantes para cursar programas de educación superior en instituciones públicas o privadas.[5]

En materia de financiación estatal a la educación superior en Colombia no hay planteado nada distinto a la política de desfinanciación a que se ha sometido a la educación superior durante los últimos gobiernos. No reconoce el gobierno de Santos que el sistema adolece de una grave crisis presupuestal, que según el Sistema Universitario Estatal, SUE, son cerca de 500 mil millones de pesos anuales que se gastan para atender las nuevas necesidades. En sentido contrario, al de destinar cada vez más recursos para la financiación directa de las universidades, la demagogia oficial plantea los costosos créditos educativos impuestos y promovidos por el Banco Mundial y como muestra de su gran “generosidad” la financiación de los mejores 20 bachilleres de cada departamento.

EL IMPULSO A LA EDUCACIÓN TÉCNICA Y TECNOLÓGICA

“La educación superior no debe ser exclusivamente universitaria por eso ampliaremos y fortaleceremos la educación técnica o tecnológica en el país. Aumentaremos su participación al 50 por ciento de la oferta educativa otorgando incentivos a los jóvenes y a las instituciones para que opten por esta opción educativa importante para el desarrollo humano y económico del país.”[6]

En este aspecto Santos propone darle continuidad a la “revolución educativa”, que planteó como uno de sus componentes principales orientar la educación superior hacia la educación técnica y tecnológica, exigencia del Banco Mundial dirigida a debilitar y extinguir la universidad pública como factor de desarrollo en los países del tercer mundo. Tal y como lo ha señalado el investigador John Saxe-Fernández, el programa de “universidades tecnológicas” es un lineamiento de este organismo multilateral de crédito, utilizado “para capacitar personal en labores técnicas inmediatamente requeridas por las empresas, es decir, egresados de visión acrítica y angosta sin formación en la tradición humanista, la historia y los fundamentos del conocimiento científico general, que debe de tener cualquier profesional de las artes, las ciencias naturales o sociales”.

El propósito perseguido es desnaturalizar la universidad colombiana alejándola de su función primordial de investigar y de promover un conocimiento que coadyuve a resolver los grandes problemas de la sociedad y la nación. Se pretende ponerla a girar en la órbita reducida del precario mundo empresarial y del mercado. Como se ha señalado, el aumento de la cobertura estará orientado a este ciclo de formación específico por lo que el otorgamiento del crédito educativo según la propuesta de Santos dará prioridad a los estudiantes que opten por una carrera técnica o tecnológica. La discusión no debe estar centrada en la oferta de este tipo de programas, sino en la baja y mala calidad de los programas que están abriendo las instituciones de educación superior, todos sobre la base de la autofinanciación.

EL EMPRENDIMIENTO

“Nuestros centros educativos deben crear no sólo empleados, sino fomentar “empresarios”, capaces de transformar su creatividad y talento a favor de la sociedad y el medio ambiente.

A través del Sena y los colegios ofreceremos programas en nuevas tecnologías asociados con el emprendimiento, de alta proyección para el país (producción musical, animación digital, video y artes visuales, diseño, ingeniería web, redes sociales, medio ambiente, etc.).”[7]

Tal y como lo describe el profesor José Francisco Puello-Socarrás, en su texto Nueva gramática del neo-liberalismo, el emprendimiento como teoría se deriva de la escuela neoliberal austriaca y su característica “no es poner a funcionar una empresa. Se trata de poner en marcha una iniciativa de la cual no se tiene certidumbre”[8]. El emprendedor para esto debe poseer “una habilidad específica y una “confianza suprema” para “pronosticar” correctamente el futuro, incierto y desconocido”, buscando “alcanzar un nuevo estado futuro” mediante su propia intervención, para lo cual debe estar siempre alerta “frente a las oportunidades que hasta el momento no han sido percibidas en el mercado.”

El emprendimiento ha sido utilizado para definir una nueva dimensión en el sistema económico actual, un nuevo sujeto que “supere” las relaciones problemáticas capital-trabajo. Es sobre la base de la teoría del emprendimiento como se ha fomentado la tercerización de las relaciones laborales, dándole un nuevo “estatus” al emprendedor, quien a pesar de no poseer capital u otros medios de producción, tampoco se siente trabajador. Miremos la caracterización que hace el profesor antes mencionado:

“Mientras que los emprendedores son aquellos que “asumen los riesgos, combinan los factores de producción y exploran las posibilidades de innovación”, los Capitalistas proporcionarían los medios de producción como propietarios del capital. Aquí el emprendedor no es estrictamente un trabajador porque sus expectativas de ingreso no dependen en rigor de la venta de su fuerza de trabajo y no se desenvuelven estrictamente en este mercado. En su papel de “empresarios” son –por decirlo de alguna manera– “mediadores” (así los llamaba Cantillon), middlemen, que innovan y propician “nuevas combinaciones” entre el Trabajo y el Capital –como también lo advertía Schumpeter el proceso de innovación innato al capitalismo. Los emprendedores son entonces un “tercer factor” –por supuesto, no tradicional aunque sí ineludible– para la dinámica del sistema: el insumo emprendedor.”[9]

El emprendimiento ha sido enfocado a matizar los efectos negativos de las reformas laborales exigidas por el neoliberalismo, “mediante la revalorización del “autoempleo” (es decir, la autovaloración subjetiva) y la retórica de la “iniciativa empresarial” (exitosa)”[10] fomentando el trabajo informal e “independiente”, los trabajadores “por cuenta propia”, las asociaciones de economía solidaria y las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA). Como lo señala Fernando Urrea, el crecimiento de las Cooperativas de Trabajo Asociado “no puede entenderse únicamente como una estrategia de reducción de los costos laborales. Ciertamente su expansión también se sustenta en mecanismos de control y disciplinamiento de la fuerza de trabajo, bajo el supuesto de que los trabajadores son ahora responsables de su propia empresa (la cooperativa).[11]

El emprendimiento no es más que una sofisticación del neoliberalismo para ocultar las relaciones precarias de trabajo derivadas de las llamadas flexibilizaciones laborales. Bajo la retórica de promover el aumento de empresarios y de impulsar una cultura de la innovación se concretan rebajas salariales, aumentos en las jornadas de trabajo, el no pago de prestaciones sociales y se fomenta la informalidad. “Como plantea Mises, el emprendimiento es esencialmente un “fenómeno espiritual en sí mismo”, es decir, “un acto mental” dado que los emprendedores “crean nuevos valores en la mente”.[12]

En términos duros, el emprendimiento termina siendo un engaño al que someten a la juventud incauta, fomentando el criterio subjetivo de que la creación de una empresa o negocio no depende más que de las ganas y la voluntad individual, como si otros factores importantísimos no contaran. En esta lógica enfrentan a los jóvenes y a sus iniciativas a un futuro plagado de incertidumbres y, en la mayoría de los casos, a fracasos rotundos. Esta teoría, según Santos es la que debe enseñarse y fomentarse en las instituciones de educación superior, discurso que encaja perfectamente en el modelo de formación en competencias, que renuncia de manera subrepticia a reivindicar lo más elevado del conocimiento e instituye un modelo que prepara al país en las habilidades y destrezas necesarias que suplan la mano de obra barata requerida por las maquilas o talleres de subcontratación laboral de propiedad de los grupos multinacionales o sus socios nacionales.

Es preciso recordar que dentro de la reforma laboral que impulsó el gobierno de Uribe y materializada a través de la Ley 789 de 2002, mientras se convertía el día en noche para evitar el pago de recargos nocturnos a los trabajadores de Colombia y se aprobaban otras tropelías, se hacía demagogia mediante la creación del Fondo Emprender, administrado por el SENA y regulado en el artículo 40 cuyo objeto exclusivo era “financiar iniciativas empresariales que provengan y sean desarrolladas por aprendices o asociaciones entre aprendices, practicantes universitarios o profesionales que su formación se esté desarrollando o se haya desarrollado en instituciones que para los efectos legales, sean reconocidas por el Estado de conformidad con las Leyes 30 de 1992 y 115 de 1994”[13].

Como se observa en este campo, el gobierno de Santos no ofrece nada nuevo a su antecesor, y por el contrario, continúa institucionalizando un discurso demagógico para la juventud colombiana y precarizando el trabajo con la llamada ley del primer empleo.

LA ARTICULACIÓN DEL SENA Y LAS UNIVERSIDADES CON LA EDUCACIÓN MEDIA PARA OFRECER EN LOS GRADOS 10 Y 11 EDUCACIÓN TÉCNICA

“Los dos últimos años de educación secundaria podrán ser de educación técnica, a escogencia del estudiante.”[14]

Como parte de la demagogia oficial, el gobierno de Santos ha propuesto continuar con una política promovida por el Ministerio de Educación Nacional desde hace algunos años. Se trata de que los estudiantes de los grados 10 y 11 cursen su formación técnica en sus colegios y que después estos sean validados por el SENA o por las universidades colombianas. Bajo el criterio de que a un país pobre le corresponde una educación pobre es que se impulsa este tipo de formación alfabetizante, que busca surtir las necesidades de mano de obra barata, con algún nivel de calificación, derivada de la firma de los tratados de libre comercio y del modelo de confianza inversionista.

En esta iniciativa tampoco es nueva la propuesta de Santos, pues de hecho muchas universidades vienen abriendo este tipo de formación, modificando incluso sus reglamentos estudiantiles, creando una nueva categoría de estudiantes conocida como estudiantes en articulación, tal es el caso con algunas tecnologías y programas técnicos que ofrece hoy la Universidad de Caldas, y cuyos primeros 60 créditos académicos los cursan estos estudiantes en sus respectivos colegios. Este tipo de educación termina siendo un engaño para esos estudiantes, pues si es discutida la calidad del pregrado presencial, qué puede decirse de un programa que forma a los estudiantes sin el acceso a laboratorios, sin garantías bibliográficas, sin el personal docente idóneo para tal fin y desprovistos de unos mínimos de excelencia académica.

LOS EJECUTORES DE LA POLÍTICA EDUCATIVA DE SANTOS

Coherente con la concepción que profesa el neoliberalismo de promover la privatización de la educación convirtiéndola en mercancía y a los centros educativos transformándolos en empresas, el nombramiento por parte de Juan Manuel Santos de su ministra de Educación no se hizo esperar, y tal como lo tituló El Espectador (26-07-2010), nombró a la doctora “María Fernanda Campo, una gerente en educación”, quien ha insistido en que la prioridad de este gobierno será la “calidad de la educación”, no obstante los hechos y decisiones indicar una cosa distinta. La trayectoria en el sector financiero, la banca de inversión y en la Cámara de Comercio de Bogotá dan una señal de que la empresarización de la educación y el fomento de la educación privada es lo que le espera al sector en los próximos años.

Para completar el cuadro, en el Viceministerio de Educación Superior el nombramiento fue para Javier Botero, quien se desempeñó entre el año 2002 y 2007 en altos cargos del Ministerio de educación nacional y fue el encargado de liderar proyectos como los Centros Regionales de Educación Superior (Ceres), la creación del Observatorio Laboral para la Educación, el fortalecimiento de la educación técnica y tecnológica en articulación con los requerimientos de los sectores productivos, impulsor de los Exámenes de la Calidad de la Educación Superior (ECAES) y primer viceministro del ramo después de creado el cargo con la reestructuración del Ministerio. Es dec, un hombre de las entrañas de la revolución educativa de Uribe.

CONCLUSIÓN

No queda duda entonces de que las propuestas y los nombramientos de los ejecutores en materia de educación superior por parte del gobierno de Juan Manuel Santos constituyen la continuidad de una política que apunta a desfinanciar la universidad colombiana y a entronizar la concepción de universidad empresa y de educación como mercancía a través de los onerosos créditos educativos. Es una verdadera falacia anunciar una educación de calidad cuando todos los programas apuntan a desmantelar el aparato científico-tecnológico del país, a adecuar los planes de estudio a los currículos mediocres que nos impone el modelo de subdesarrollo de los tratados de libre comercio, a garantizar las necesidades de mano de obra barata del enclenque sector empresarial y las filiales de las multinacionales, a renunciar a la ciencia y a lo más elevado del conocimiento mediante la imposición del discurso de las competencias y los modelos pedagógicos que desprecian la formación en contenidos.

Al concluir el anuncio de sus propuestas en materia educativa en el discurso de posesión presidencial, el 7 de agosto, el presidente Santos sentenció:

“¡Todo con el fin de que ustedes, niños y jóvenes de Colombia, sean protagonistas activos en la sociedad global del siglo XXI!”[15].

Le faltó complementar al nuevo presidente de los colombianos que el protagonismo activo en la sociedad global y en la Colombia de hoy, con el tipo de educación que nos ofrecen, es el protagonismo de los parias y los excluidos, un protagonismo de siervos en una nación que cada vez cede más su soberanía, un protagonismo en un país entregado a la merced del capital financiero, un protagonismo en un Estado que se niega a reconocer los derechos fundamentales indispensables para la existencia digna de sus ciudadanos y que por el contrario pretende elevar a categoría constitucional y fundamental la “sostenibilidad económica” mediante la cual negarán el conjunto de derechos sociales que puedan reclamarse por vía judicial. La sociedad global y el protagonismo activo ofrecido por el actual gobierno a la juventud colombiano no son más que el de la precarización laboral que pretende acentuarse con la ley del primer empleo.

Notas:

[1] http://www.semana.com/noticias-poli...
[2] Ibidem.
[3] Polo Democrático Alternativo. El nocivo recorte a las transferencias. Bogotá: Versión en PDF, 2007. p. 6. Disponible en http://www.polodemocratico.net/IMG/...
[4] http://www.elespectador.com/opinion...
[5] Ministerio de Educación Nacional, Visión 2019, Educación propuesta para discusión, Op.cit., p. 23.
[6] http://www.semana.com/noticias-poli...
[7] Ibidem.
[8] Puello Socarrás, José Francisco. Nueva gramática del neoliberalismo: itinerarios teóricos, trayectorias intelectuales, claves ideológicas. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, 2008. p. 89.
[9] Ibíd., pág. 92
[10] Ibíd., pág. 93
[11] Urrea, Fernando, “La rápida expansión de las Cooperativas de Trabajo Asociado en Colombia. Principales tendencias y su papel en algunos sectores económicos”, Controversia, No. 188, junio de 2007, pp. 167-168. Citado por Puello Socarrás, José Francisco. Nueva gramática del neoliberalismo: itinerarios teóricos, trayectorias intelectuales, claves ideológicas. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, 2008. p. 94
[12] Ibíd., pág. 96
[13] Artículo 40 de la Ley 789 de 2002
[14] ttp://www.semana.com/noticias-poli...
[15] Discurso del Presidente Juan Manuel Santos Calderón. Bogotá 7 de agosto de 2010. En http://wsp.presidencia.gov.co/Prens...

¿Una persona condenada penalmente puede ser profesor universitario?






Octubre 7/10 La reflexión surge tras conocerse que el coronel (r) Alfonso Plazas Vegas, aparecía como candidato para orientar clases de historia, de conflicto, de administración y de lucha contra el narcotráfico a oficiales y suboficiales que están en curso de ascenso en las distintas escuelas del Ejército (centro militar, escuela de armas y servicios, de relaciones civiles y militares y de infantería).

Dicha posibilidad fue descartada por la presión del "Centro por la Justicia y el Derecho Internacional", Cejil, una ONG norteamericana, que critico esta situación, por considerar que Plazas Vega no representa un ejemplo para ello.

Como una afrenta calificó el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, Cejil, la condición de catedrático de la que gozaría el coronel (r) Luis Alfonso Plazas Vega, quien dictará clases de historia, conflicto, administración y lucha contra el narcotráfico a oficiales y suboficiales que estén en curso de ascenso desde su lugar de reclusión en el Cantón Norte.

La ONG, dirigida por Viviana Krsticevic, señaló que la experiencia como mando militar dejada por el oficial (r), su actitud en contra de la justicia y su condición de valores en nada pueden contribuir como ejemplo a otros uniformados, por cuanto consideran como un ‘despropósito’ el que se le permita estar al frente de tales procedimientos.

“Por un lado, es un despropósito que un Coronel condenado penalmente por encabezar un operativo militar que resultó en graves violaciones de derechos humanos, incluyendo desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y torturas, en uno de los casos más emblemáticos de la historia colombiana reciente, sea considerado una persona idónea para dictar clases a miembros del Ejército. Recordemos que Plazas Vega no sólo niega su culpabilidad, sino que nunca ha demostrado arrepentimiento por los crímenes cometidos, ni ha pedido perdón a las víctimas” indicó Cejil.

“ (…) En este caso, los responsables de su designación transmiten tanto a los militares en ascenso como al resto de la sociedad colombiana, que el Coronel Plazas, aun siendo un criminal convicto por abusos a los derechos humanos y al derecho humanitario, es una persona que posee las cualidades morales y profesionales útiles para la formación del Ejército. Con su decisión desoyen abiertamente la determinación de la justicia colombiana y ofenden la dignidad de las víctimas del Palacio de Justicia”, insiste la organización.

Por su parte el Ejército señaló que: "Respecto a las publicaciones de prensa conocidas en los últimos días en las que se informa que los directores de las escuelas (centro militar, escuela de armas y servicios, de relaciones civiles y militares y de infantería) han querido programar clases para el coronel retirado Alfonso Plazas Vega, el comando del Ejército Nacional informa que su nombre no ha sido considerado para participar en actividades como docente en los centros de formación y capacitación militar".

Adaptación de El Espectador


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