HECHOS, VERDADES Y FALSEDADES
10 de enero de 2011
Sergio Muñoz, Presidente OCE-Unicesar.
El día 21 de diciembre de 2010 la Universidad Popular del Cesar (UPC), en cabeza de su rector, Raúl Maya Pabón, llevó a cabo una Audiencia Pública de rendición de cuentas a la ciudadanía, importante ejercicio de participación ciudadana fundamentado en los artículos 32 y 33 de la Ley 489 de 1998, pero que careció del componente primigenio, cual sería la participación de los estamentos universitarios (estudiantes, docentes, egresados) y no sólo las “barras” y comités de aplausos” que colmaron parte considerable del recinto. Enunciaremos algunos hechos, verdades y falsedades de dicha audiencia:
v Consideramos necesario iniciar señalando que esta audiencia pública no es la primera que se realiza en la UPC tal y como lo señalaba la convocatoria a la misma. Eventos de similares características se realizaron en diferentes administraciones. Tal vez hacían referencia a que es la primera que se efectúa en la Administración Maya Pabón.
v El carácter mismo de la convocatoria, por la fecha en que se realizó dicho evento (21 de diciembre de 2010), es profundamente antidemocrático. Lo anterior lo sostenemos con base en que, una vez consultado el calendario académico, las fechas de terminación de clases y terminación de semestre académico eran el 4 y 21 de diciembre, respectivamente[1].
Interesante sería llevar a cabo estas audiencias en medio de las fechas de clases, y no cuando no hay estudiantes.
v La convocatoria en la página web institucional invitaba a la inscripción de propuestas, ya sea por medio virtual o físico, para lo cual se dispuso un formato. Además, textualmente señalaba la convocatoria: “el plazo para la presentación de intervenciones en la audiencia pública es hasta el 14 de diciembre de 2010”[2].
La OCE-Unicesar inscribió cuatro propuestas. Se hizo mención de tres en el orden del día, pero no se nos permitió sustentar ninguna de ellas.
v Ante nuestra preocupación por el creciente aumento del peso de la matrícula de pregrado dentro de los ingresos de la Universidad, la cual representa el 39,78%[3] de los mismos para esta anualidad, con un incremento del 9,45% frente al 2010; y ante el notorio hecho de desfinanciación estatal, cuyos aportes apenas son el 41,81% de los ingresos de la Universidad, con un decrecimiento del -1,89% ante el año anterior, lo cual nos ubica dentro de las universidades peor financiadas del país, el rector, olímpicamente, respondió que “por tener una preocupación no puede dejar de trabajar y no puede dejar de administrar a la Universidad”[4]. ¡Cómo si conseguir recursos para la Universidad no fuera una labor inherente a su cargo!
v Dentro de la audiencia, el rector y el jefe de la Oficina de Planeación afirmaron, en el colmo del desconocimiento, que si se quitan del presupuesto los recursos de estampillas, posgrados y de la seccional Aguachica, se sobrepasaba el 2% de inversión que exige la ley en materia de atención al bienestar universitario.
Es ineludible recordar que el artículo 118 de la ley 30 de 1992 preceptúa que, para sostenimiento de bienestar universitario, cada universidad “destinará por lo menos el 2% de su presupuesto de funcionamiento”. Como lo pueden ver, la ley es bastante clara. Si el cálculo se hiciese con base en el presupuesto total, la inversión en bienestar universitario sería del 1, 7%. Tomando exclusivamente el presupuesto de funcionamiento, como lo exige la ley, a duras penas se llega al 2%.
v El rector Maya afirmó que la UPC no recibe recursos de regalías y que, frente a la propuesta de reforma del régimen de regalías, “de nada suma lo que diga o no diga”. Tal afirmación sólo revela una ignorancia profunda sobre la materia.
Si bien la UPC no recibe directamente recursos de regalías, aproximadamente 3.000 upecistas, con miras a aumentar, se benefician de las becas FEDES-CESAR creadas por la ordenanza 005 del 28 de abril de 2008, las cuales, lastimosamente, se financian única y exclusivamente con recursos de regalías tal y como lo acredita la Gobernación del departamento del Cesar.
v Por último, con relación al ítem 4°, expresamos el temor que nos asalta por el proceso avanzado de privatización de la UPC, ya que ésta mayoritariamente se financia con recursos de matrículas y, porcentualmente, este rubro crece vertiginosamente, a lo que el jefe de la Oficina de Planeación responde con verdades a medias, al alegar que la matrícula aumenta con base en el IPC y, por tanto, “las matrículas siempre van a ser las mismas para la universidad”.
Tal vez este funcionario olvida que en el año 2000 el costo de la matrícula era $343,375 para los estudiantes nuevos y $334,539 para los estudiantes antiguos, y que 10 años después, su costo es de $688,962 para los estudiantes nuevos, y $681,268 para los estudiantes antiguos. ¡Un incremento superior al ciento por ciento! Se anota que el IPC no ha aumentado ciento por ciento en los últimos 10 años.
Como siempre, las verdades a medias son mentiras completas.
[1] http://www.unicesar.edu.co/index.php/calendario-academico-2010-ii
[2] http://www.unicesar.edu.co/index.php/rector-de-la-upc-de-frente-a-la-comunidad
[3] Para todas las cifras enunciadas en este artículo véase el periódico institucional “La Academia”, edición No. 23.
[4] Todas las expresiones textuales se encuentran en medio magnético. Podemos suministrarlas ante su solicitud.
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