Publicado el miércoles, 04.07.10
Por GONZALO GUILÉN / El Nuevo Herald
gguillen@elnuevoherald.com
Bogotá.
Las proporciones de la violencia generalizada y de la guerra civil en Colombia continúan siendo de marca mundial.
Después de Sudán, la nación más grande de África, Colombia es el país del mundo con mayor cantidad de personas desterradas por la fuerza, de acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, organismo que se basa en cifras oficiales del propio gobierno colombiano.
No obstante, variadas organizaciones no gubernamentales, ONG, consagradas a estudiar el fenómeno sostienen que los desplazados colombianos hoy son más de 4 y medio millones, en su mayor parte migrantes internos.
ACNUR, por su parte, presenta a Colombia como el quinto país de origen de los refugiados alrededor del mundo, después de Afganistán, Irak, Somalia y Sudán.
Al complejo panorama humanitario colombiano el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, le agrega la existencia de 100 mil minas antipersonales sembradas por casi todo el país.
The Landmine Monitor, por su parte, en su último reporte sostiene que durante los últimos años Colombia ha ocupado el segundo lugar del mundo en mutilados por esos artefactos, después de Afganistán.
La ONG Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES, reconocida como el principal centro de estudios sobre los desterrados en Colombia, a enero pasado había documentado cinco millones 915 mil 579 casos de personas que han sido desplazadas por la fuerza durante los últimos 25 años y en su informe más reciente, de enero 27 de 2010, sostiene que de ellas “49 por ciento fueron desplazadas de sus tierras desde que se inició [en agosto de 2002] el gobierno de Álvaro Uribe Vélez”.
Solamente en 2009, en Colombia fueron desterradas por efecto de la guerra civil y otras manifestaciones de violencia 286 mil 389 personas, no obstante lo cual esa cifra significó una disminución de 24 por ciento respecto de 2008 cuando los desplazados sumaron al menos 380,863 personas.
De acuerdo con CODHES, en 2009 el desplazamiento forzado “afectó al 69 por ciento del total de los municipios, es decir llegó a 773 de los 1.119 que componen el territorio nacional”.
La ONG también sumó en 2009 “siete eventos de desplazamiento masivo que afectaron a 19,181 personas en 12 departamentos” de los 32 en que está repartida la geografía nacional.
En esos desplazamientos masivos de población 83 por ciento de las víctimas pertenecen a los grupos étnicos más rezagados y vulnerables del país: comunidades negras e indígenas.
“Y, como siempre, las mujeres, niñas y niños y adolescentes siguen siendo la mayoría de las personas desplazadas en Colombia”, sostiene COHDES.
Entre 2007 y 2009, el estudio de CODHES indica que 380 mil familias campesinas fueron despojadas de 5.5 millones de hectáreas .
“Cabe anotar”, agrega, “que por lo menos 994.000 personas que integran 198.800 familias campesinas abandonaron el campo y la producción agropecuaria” entre 2005 y 2009.
Esto quiere decir que en cinco años la población rural colombiana habría disminuido en un millón de personas, “al pasar de 10.3 a 9.3 millones”, revela el estudio.
Citando cifras de la Agencia Presidencial para la Acción Social, CODHES indica que solamente han sido reubicadas en sus tierras “menos del 1 por ciento” de las familias desterradas por la violencia.
A parte de las migraciones internas de desterrados que se refugian en los cinturones de miseria de las principales ciudades, existen colonias de campesinos colombianos refugiados en Panamá, Ecuador, Canadá, Venezuela, Estados Unidos, Chile, España, Costa Rica y Argentina.
En 2008, 25.430 colombianos pidieron asilo o refugio en 34 países.
Al finalizar 2008 ACNUR documentó 374 mil casos de personas colombianas oficialmente refugiadas en otros países con necesidades de protección internacional ó “estatus temporal”.
En 2009, el Observatorio de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de Colombia contabilizó 29 masacres en las que murieron 147 personas.
De esos casos, 25 le son atribuidos a grupos criminales desconocidos y las demás a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
En 2008 las masacres fueron 38 con 286 muertos.
“Durante el período 2002-2009” del gobierno de Uribe, “la cifra de desplazados fue de 2 millones 412 mil 834 personas”, precisa CODHES.
En ese período de siete años, “cada día seis colombianos murieron en acciones armadas y cinco integrantes de la Fuerza Pública resultaron heridos”, agrega CODHES.
Siguiendo día a día informaciones oficiales periódicas del Ministerio de Defensa, la ONG encontró que entre 2002 y 2009 las FARC perdieron 52.740 combatientes, sumando cifras de muertos (11.388, a un ritmo de cuatro por día), capturados y desmovilizados voluntariamente.
La cifra global anterior sorprende si bien en 2003 la Unidad de Información y Análisis del Ministerio de Hacienda había promulgó un estudio según el cual el número máximo de guerrilleros de las FARC era de 16,672.
Aparte de las guerrillas de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional, ELN, los desplazamientos y asesinatos de población en Colombia son cometidos también por nuevos y crecientes ejércitos paramilitares que dominan vastas regiones del país bajo las órdenes de grandes narcotraficantes.
CODHES estima que “en regiones de 22 departamentos se incrementó o se consolidó durante 2009 la presencia paramilitar”.
Las FARC, por su parte, muchas veces aliadas con los paramilitares, controlan extensas regiones del sur, el oriente y el occidente del país, en función de traficar cocaína hacia el exterior e introducir armamento de guerra por la costa Pacífica.
Las proporciones de la violencia generalizada y de la guerra civil en Colombia continúan siendo de marca mundial.
Después de Sudán, la nación más grande de África, Colombia es el país del mundo con mayor cantidad de personas desterradas por la fuerza, de acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, organismo que se basa en cifras oficiales del propio gobierno colombiano.
No obstante, variadas organizaciones no gubernamentales, ONG, consagradas a estudiar el fenómeno sostienen que los desplazados colombianos hoy son más de 4 y medio millones, en su mayor parte migrantes internos.
ACNUR, por su parte, presenta a Colombia como el quinto país de origen de los refugiados alrededor del mundo, después de Afganistán, Irak, Somalia y Sudán.
Al complejo panorama humanitario colombiano el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, le agrega la existencia de 100 mil minas antipersonales sembradas por casi todo el país.
The Landmine Monitor, por su parte, en su último reporte sostiene que durante los últimos años Colombia ha ocupado el segundo lugar del mundo en mutilados por esos artefactos, después de Afganistán.
La ONG Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES, reconocida como el principal centro de estudios sobre los desterrados en Colombia, a enero pasado había documentado cinco millones 915 mil 579 casos de personas que han sido desplazadas por la fuerza durante los últimos 25 años y en su informe más reciente, de enero 27 de 2010, sostiene que de ellas “49 por ciento fueron desplazadas de sus tierras desde que se inició [en agosto de 2002] el gobierno de Álvaro Uribe Vélez”.
Solamente en 2009, en Colombia fueron desterradas por efecto de la guerra civil y otras manifestaciones de violencia 286 mil 389 personas, no obstante lo cual esa cifra significó una disminución de 24 por ciento respecto de 2008 cuando los desplazados sumaron al menos 380,863 personas.
De acuerdo con CODHES, en 2009 el desplazamiento forzado “afectó al 69 por ciento del total de los municipios, es decir llegó a 773 de los 1.119 que componen el territorio nacional”.
La ONG también sumó en 2009 “siete eventos de desplazamiento masivo que afectaron a 19,181 personas en 12 departamentos” de los 32 en que está repartida la geografía nacional.
En esos desplazamientos masivos de población 83 por ciento de las víctimas pertenecen a los grupos étnicos más rezagados y vulnerables del país: comunidades negras e indígenas.
“Y, como siempre, las mujeres, niñas y niños y adolescentes siguen siendo la mayoría de las personas desplazadas en Colombia”, sostiene COHDES.
Entre 2007 y 2009, el estudio de CODHES indica que 380 mil familias campesinas fueron despojadas de 5.5 millones de hectáreas .
“Cabe anotar”, agrega, “que por lo menos 994.000 personas que integran 198.800 familias campesinas abandonaron el campo y la producción agropecuaria” entre 2005 y 2009.
Esto quiere decir que en cinco años la población rural colombiana habría disminuido en un millón de personas, “al pasar de 10.3 a 9.3 millones”, revela el estudio.
Citando cifras de la Agencia Presidencial para la Acción Social, CODHES indica que solamente han sido reubicadas en sus tierras “menos del 1 por ciento” de las familias desterradas por la violencia.
A parte de las migraciones internas de desterrados que se refugian en los cinturones de miseria de las principales ciudades, existen colonias de campesinos colombianos refugiados en Panamá, Ecuador, Canadá, Venezuela, Estados Unidos, Chile, España, Costa Rica y Argentina.
En 2008, 25.430 colombianos pidieron asilo o refugio en 34 países.
Al finalizar 2008 ACNUR documentó 374 mil casos de personas colombianas oficialmente refugiadas en otros países con necesidades de protección internacional ó “estatus temporal”.
En 2009, el Observatorio de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de Colombia contabilizó 29 masacres en las que murieron 147 personas.
De esos casos, 25 le son atribuidos a grupos criminales desconocidos y las demás a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
En 2008 las masacres fueron 38 con 286 muertos.
“Durante el período 2002-2009” del gobierno de Uribe, “la cifra de desplazados fue de 2 millones 412 mil 834 personas”, precisa CODHES.
En ese período de siete años, “cada día seis colombianos murieron en acciones armadas y cinco integrantes de la Fuerza Pública resultaron heridos”, agrega CODHES.
Siguiendo día a día informaciones oficiales periódicas del Ministerio de Defensa, la ONG encontró que entre 2002 y 2009 las FARC perdieron 52.740 combatientes, sumando cifras de muertos (11.388, a un ritmo de cuatro por día), capturados y desmovilizados voluntariamente.
La cifra global anterior sorprende si bien en 2003 la Unidad de Información y Análisis del Ministerio de Hacienda había promulgó un estudio según el cual el número máximo de guerrilleros de las FARC era de 16,672.
Aparte de las guerrillas de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional, ELN, los desplazamientos y asesinatos de población en Colombia son cometidos también por nuevos y crecientes ejércitos paramilitares que dominan vastas regiones del país bajo las órdenes de grandes narcotraficantes.
CODHES estima que “en regiones de 22 departamentos se incrementó o se consolidó durante 2009 la presencia paramilitar”.
Las FARC, por su parte, muchas veces aliadas con los paramilitares, controlan extensas regiones del sur, el oriente y el occidente del país, en función de traficar cocaína hacia el exterior e introducir armamento de guerra por la costa Pacífica.
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