Política | 29 Mayo 2009 - 5:35pm
Esta es la nueva misiva enviada por el ex presidente Pastrana a la Corte Constitucional:
Mayo 29 de 2009
Doctor
Nilson Pinilla Pinilla
Presidente
Honorable Corte Constitucional
Ciudad.
Respetado Señor Presidente:
Recibí su comunicación de fecha 28 de mayo.
Los debates en torno a la Constitución son el eje de la política en las democracias modernas. Las opiniones y los fallos de los magistrados, los orígenes y antecedentes de estos, su filosofía y aún su estilo personal son materia de controversia o aplauso. Las decisiones de una corte con mandato de vigilancia y preservación de la constitución pueden llegar a dividir una nación y definir su rumbo político, tal como sucede en Estados Unidos en torno al debate del aborto. Pero una cosa es disentir y otra deslegitimar. Aquí el problema de fondo no es la forma.
Como ciudadano, lo reitero una vez más a la Honorable Corte, disiento respetuosamente de la sentencia que permitió la reelección presidencial, considerado gravísima la omisión del Tribunal cuando desestimó el equilibrio constitucional que se rompía. No creo que haya sido acertado admitir un peso de semejante proporción sin ajustar los correspondientes contrapesos, garantías y salvaguardias. A la par de un trámite maculado por el cohecho –según la Corte Suprema de Justicia- primó la tesis del simple cambio de un articulito propugnada por el Ejecutivo.
Consecuentemente, tampoco considero positiva para la construcción del edificio constitucional la declaración del señor Presidente de la Corte cuando aventura públicamente -en contravía de la jurisprudencia vigente que limita a una sola instancia la reelección presidencial- la tesis de la absoluta soberanía popular como razón para decidir (ratio decidendi) sobre un eventual referendo reeleccionista.
El Presidente de la Corte Constitucional coincide entonces con el Ejecutivo cuando éste asegura: “…este (Colombia) es un país de Estado Social de Derecho y Estado de Opinión, que es la categoría superior del Estado de Derecho”. Así se abona el campo para que prospere la tesis de la hecatombe constitucional según la cual el pueblo es soberano para destruir sus instituciones sin colocar nada en el sitio de lo arrasado.
Desde la cabeza de la Corte, sin expresión contraria a lo expuesto al respecto en mi carta a los señores magistrados, se abre camino a la posibilidad de una tercera elección consecutiva de un presidente. Para efectos prácticos se abren las puertas a la reelección indefinida puesto que una vez más se vislumbra otro cambio cuatrienal de jurisprudencia –a la manera andina- que acentúa la vía autocrática de la Carta. Más peso presidencial sin contrapesos democráticos.
Con el orden constitucional roto a favor de una persona por razón de la vía de hecho de la compra de conciencias, tengo la obligación moral, como ciudadano y como ex Presidente, de defender la Constitución y el Estado Social de Derecho y, por consiguiente, disentir en la forma más respetuosa de la Honorable Corte Constitucional tanto por decisiones pasadas como por las advertencias de su presidente hacia el futuro.
Sin otro particular me suscribo de la Honorable Corte,
Respetuosamente,
Andrés Pastrana Arango
Ex Presidente de la República.
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