Distribuidores de leche cruda se resisten a desaparecer

Foto: Rodolfo González / EL TIEMPO

En el país se producen 6.000 millones de litros de leche al año y el 12 por ciento se vende cruda.

Cientos de campesinos de ciudades como Tunja y Boyacá protestaron contra el decreto que prohibirá la venta del producto en el país a partir del 24 de agosto.

Los secretarios de Salud de diferentes departamentos reunidos en Bogotá le pidieron al viceministro Técnico del ministerio de la Protección Social, Carlos Jorge Rodríguez, que se dé desde ya suficiente información a los ciudadanos y a los productores en el tema de la comercialización de esta leche para evitar una crisis futura.

La medida afectará a miles de personas que en los municipios y ciudades se dedican a comercializar leche cruda y a quienes la utilizan para producir almojábana, pandeyuca, queso o arequipe, entre otros.

Actualmente, un litro de leche cruda se comercializa entre 450 y 900 pesos, dependiendo de la región del país, mientras el litro de leche pasteurizada supera los 1.800 pesos.

El primer reparo que mencionan quienes se oponen a la medida es que el Gobierno no hizo ni tiene un estudio que permita determinar cuál es el riesgo para la salud o la vida humana por consumir leche sin pasteurizar.

"Los ministerios de Agricultura y de Protección Social toman esta medida teniendo en cuenta disposiciones de la Organización Internacional del Comercio y no de la Organización Mundial de la Salud", dice Aurelio Suárez, presidente de la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria.

Por su parte, el senador Jorge Robledo, quien ha abanderado la movilización nacional en contra del decreto, asegura que el Gobierno justifica la medida con la premisa de que la leche cruda causa daño a la salud, cuando en realidad las familias colombianas acostumbran hervirla antes de consumirla.

"Aquí y en cualquier parte del mundo el único que toma leche cruda es el ternero", dijo Robledo durante un debate en la Comisión Quinta del Senado, en presencia del ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias.

Según el Invima, la leche es uno de los alimentos que más se contaminan y se descomponen. "Desde que la leche está en la ubre de la vaca ya se presenta un alto número de bacterias y virus perjudiciales para el ser humano", explica Jairo Céspedes, director del Invima.

El funcionario añadió que los ganaderos y los usuarios deben entender que en el pasado no existían tantos químicos y elementos contaminantes como los que se tienen hoy en día.

"Ya no basta con hervir la leche: se debe someter a un proceso de pasteurización", dijo.

Suárez, de Salvación Agropecuaria, asegura que el decreto afectará a miles de personas que no podrán ajustarse a las exigencias de estos decretos sin que se produzca un grave daño a la economía campesina.

La Asociación Nacional de Salvación Agropecuaria dice que en Colombia se producen 6.000 millones de litros de leche cada año, de los cuales el 12 por ciento se comercializa cruda.

Según la misma entidad, en la comercialización de la leche cruda trabajan unas 20 mil personas; y más de 50 mil en producción y transformación.

Salvación Agropecuaria considera que lo que el Gobierno debe hacer es trabajar para que los productores y comercializadores mejoren los procesos sanitarios, desde el potrero hasta la mesa del consumidor, con campañas de vacunación, capacitación, tecnología y educación.

Por su parte, Arias dijo que son " conscientes de que existen municipios de muy difícil acceso y para eso se crearon las zonas excepcionales, donde se permitirá la comercialicación del producto en cantina".

Pero agregó que los colombianos no pueden seguir estancados en el pasado con cientos de problemas sanitarios como los que produce el consumo de leche cruda.

"Las deplorables condiciones sanitarias en las que gran parte de los campesinos maneja el ordeño fueron las que nos llevaron a tomar la decisión", dijo.

Ganaderos piensan que medida es difícil de controlar

De acuerdo con el presidente de la Asociación de Ganaderos de las Costa Atlántica (Asoganorte), Luis Vicente Támara, la primera macrocuenca lechera del país que producen 8 millones de litros diarios. De estos, el 36,2 se vende sin procesar, es decir, cruda.

El directivo dijo que la norma es bien intencionada aunque difícil de hacer cumplir, pues en la práctica es difícil ejercer control para evitar la venta de leche cruda.

En Medellín hace 50 años que está prohibida la venta de leche cruda.

"Fue una sabia determinación tomada por la Alcaldía y por eso la mejor leche del país se toma en esta ciudad", asegura Jenaro Pérez, gerente de la Cooperativa Colanta desde hace 35 años.

La medida protege a los consumidores de las enfermedades transmitidas por el mal manejo de las leches de cantina sin hervir o pasteurizar como la brucelosis o 'enfermedad de fríos y fiebres'.

EL TIEMPO

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