El 8 de junio de 1929, una manifestación estudiantil conmemorativa de la Masacre de las Bananeras y contra el nombramiento del General Cortés Vargas como Jefe de la Policía en Bogotá, fue duramente reprimida al arribar al Palacio Presidencial, con el funesto resultado de la muerte del estudiante de la Universidad Nacional Gonzalo Bravo Pérez. Desde entonces, el 8 de junio, quedó convertido en fecha luctuosa conmemorativa de los mártires del movimiento estudiantil colombiano.
El 8 de junio de 1954, los estudiantes organizaron la conmemoración anual de la muerte de Gonzalo Bravo, con una marcha pacífica desde la ciudad universitaria hasta el palacio Presidencial. Concluido el acto, cuando los manifestantes retornaban a la sede de la ciudad universitaria, repentinamente apareció la fuerza pública y una descarga de fusil segó la vida del estudiante de la Universidad Nacional, Uriel Gutiérrez. El 9 de junio marchaban en protesta por la carrera séptima en dirección al palacio Presidencial cuando apareció la orden verbal de disolverse. De un momento a otro, terminada una de las intervenciones, se escucharon las descargas de las carabinas punto 30, traídas de la guerra de Corea, disparadas por el ejército contra los estudiantes: "Sobre el pavimento quedaron 11 cadáveres, informó la prensa, y cerca de cincuenta heridos...." el 9 de junio se engrosó el martirologio estudiantil de Colombia, que no impidió librar las más portentosas luchas estudiantiles, de que se tengan noticia, en el año de 1971, recogiendo los planteamientos del Manifiesto de Córdoba.
Este gobierno, tan sumiso ante los intereses de las multinacionales, y reacio ante los intereses del Pueblo colombiano, pretende declarar la defunción de la educación pública en todo el país. En la formación básica por medio del recorte a las transferencias territoriales, aprobado por el clientelismo uribista le arrebatará a salud, agua potable, saneamiento básico y educación la exorbitante suma de 49,8 billones de pesos, según los cálculos más conservadores, lo que significará elevar a la enésima potencia las desastrosas consecuencias del primer recorte del año 2001, que ha sumido a la educación en la mediocridad, el atraso y la privatización.
A través del Plan Nacional de Desarrollo, por medio del cual el gobierno Central pretende deshacerse de su obligación financiera con las universidades, a través de sus artículos 34 y 38, los cuales buscan reducirle el presupuesto, y que asuman el pago del pasivo pensional. Para el gobierno es autofinanciación, para el Pueblo es la más burda privatización.
La imposición de elementos retardatarios, como la desfinanciación, la reforma académica a la Universidad Nacional, la imposición de los contenidos académicos y la vulneración constante de la autonomía universitaria, ha estado acompañada del uso de la fuerza para reprimir a quienes nos resistimos a aceptar un modelo de universidad mediocre, decadente y privatizada.Es lamentable la actitud genuflexa de los rectores al aceptar las imposiciones presidenciales, renunciando una vez más la autonomía y comprometiendo las finanzas universitarias y la suerte de la universidad pública y el desarrollo de nuestro país y es necesario rechazar enfáticamente la orden presidencial de invadir con unidades militares los claustros universitarios y su campaña de desprestigio del movimiento tratando de endilgarle fines terroristas para desvirtuar sus reales objetivos. Dicha orden se ha materializado en el Estatuto Estudiantil de la Universidad Nacional, Estatuto de corte policivo que restringe y cercena el espíritu crítico, autónomo y democrático de la Universidad trasladando la Seguridad Democrática a nuestras sagradas instituciones. También es condenable el silencio cómplice de los rectores ante tan flagrante violación de la autonomía universitaria, que en nuestra UPC llegan al máximo nivel de degradación instalando cámaras de seguridad alrededor de todo el Campus Universitario, habiendo tantas deficiencias formativas y demás prioridades, que de ninguna manera solventará el FEDES Cesar, fondo demagógico que sólo aumentará nuestra agonía socializando la escasez.
Los hechos nos han demostrado que este gobierno es un traidor de los intereses de los estudiantes y de todos los colombianos, está demostrado que su único interés es acabar cualquier vestigio de avance científico. En este momento histórico, en el cual se intensifica la arremetida neoliberal y privatizadora contra la educación pública, el movimiento estudiantil ha resurgido más fuerte, revitalizado, y más contundente en el rechazo al esquema de privatización y de "educación para el trabajo" trazado directamente desde los Estados Unidos. Ante este auge de la lucha estudiantil el gobierno de Álvaro Uribe se ha comportado de manera intransigente, autoritaria y amenazante contra los estudiantes y sus justas luchas y reivindicaciones. Frente esta traición debemos enarbolar con mayor fuerza e ímpetu las banderas por la defensa de la educación pública, científica, de calidad y financiada adecuadamente por el Estado y gritarles ¡a mayor traición, mayor resistencia!
FEDERACIÓN DE ESTUDIANTES UPECISTAS FEUP
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