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El ataque en contra del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se presenta sólo unos días después de la declaración de independencia de Kosovo, hecho que ha despertado el debate internacional sobre la legitimidad de las políticas separatistas y las posibilidades para que los pueblos puedan declararse independientes.
La incursión militar terrestre en contra de la guerrilla separatista del PKK inició el pasado 21 de febrero en el norte de Irak y, según las autoridades turcas, durará otros diez días. Washington y el gobierno de Irak han insistido en el cese de la operación, al resultar una vulneración a la soberanía iraquí. Sin embargo, Turquía insiste en la debilidad iraquí en la tarea de controlar al grupo guerrillero.
Las confrontaciones se han dado en un territorio montañoso en el que se encuentran varios centenares de miembros del PKK y ha dejado como saldo 77 bajas del grupo guerrillero y 81 más de la Fuerza Armada Turca, según datos del mismo PKK. Los 10.000 soldados turcos, que han avanzado 18 kilómetros tras la frontera de Irak, según el diario turco Hurriyet, cuentan con el apoyo de otros 3.000 efectivos de las fuerzas especiales turcas, 60 tanques y también unidades aéreas.
La población civil iraquí es la principal afectada tras el eminente riesgo de bombardeos y ataques a sus rutas comerciales y viviendas. En lo que lleva la operación, autoridades iraquíes han denunciado que la Fuerza Armada de Turquía ha derribado cinco puentes tras los bombardeos realizados, a lo que la capital turca, Ankara, ha respondido que Irak no cumplió con el objetivo de controlar al grupo guerrillero en su territorio, razón que, a su vez, esgrime para adelantar los ataques.
Si bien Estados Unidos ha criticado la intervención armada, ha manifestado el apoyo en general a la lucha contra del terrorismo y de forma permanente ha brindado a Ankara información estratégica y militar sobre ubicaciones de campamentos guerrilleros, por lo que la Fuerza Armada de Turquía ha destruido siete de estos en lo que lleva de corrida la operación.
La desproporcionada incursión militar, que poco ha sonado en los medios occidentales, pone de relieve el debate acerca de la independencia del pueblo Kurdo, debate que se fortalece con la declaración de independencia de Kosovo aplaudida por Estados Unidos. Los lineamientos de las jurisdicciones internacionales, la soberanía de los estados y el papel de la ONU en los conflictos separatistas han puesto en alerta a los estados que tienen este tipo de conflictos, lo que posiblemente haya presionado a Ankara para tomar la precipitada decisión de ejecutar la operación militar que ya se venía planeando desde hace unos meses.
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