Valledupar, 06 de marzo 2008
Hoy, mas que nunca, me siento dolido con mi país y con su pueblo. Es inexplicable como tanta indiferencia con las victimas del conflicto puede alojarse en el seno de la mayoría de cada uno de nuestros compatriotas. Antes que nada, quisiera resaltar el papel miserable que jugo el gobierno y los grandes medios de comunicación en la no tan buena, pero mejorable convocatoria que se realizo para la marcha de hoy, cuyo principal objetivo era el de alzar una plegaria por las víctimas del paramilitarismo y los crímenes de estado, como también, por aquellas que fueron producto de cualquier manifestación de violencia viniere de donde viniere. Pero no nos podemos extrañar y hacer espavientos ante tal cosa tan ruin, cuando es de nuestro conocimiento que el gobierno y su concierto de medios parcializados e irresponsables siempre le jugaron al fracaso de esta jornada histórica y tan diciente. ¿Será que sienten que fue en contra de ellos?, ¿Será que la conciencia no se los permitió?, las inquietudes están ahí puestas sobre la mesa.
No podemos seguir viviendo en un país donde el secuestro y las desapariciones son utilizadas como recurso válido para acallar al pueblo y resolver las diferencias ideológicas. Queremos precisar, que más que el secuestro físico que sufren miles de personas en Colombia, creemos que es aún mas grave y relevante lo que nosotros calificamos como SECUESTRO IDEOLÓGICO y en el cual nos encontramos la gran totalidad de colombianos. ¿ Acaso en nuestro país no se puede pensar diferente?, ¿No podemos tener una visión diferente a la de Uribe y sus parapolíticos? Y ¿No nos puede doler el mal ajeno u luchar por nuestros derechos?, la respuesta es; ¡NO!. Bajo las actuales condiciones, esta clase de ideas y debates no pueden realizarse, y si se llevan a cabo, debe ser en la mayor reserva posible por temor a ser tildado, rechazado y señalado, lo cual se constituye en lo menos grave que nos podría suceder, ya que hasta la muerte y toda clase de practicas inhumanas nos pueden ser aplicadas sin ningún escozor. Yo, no quiero vivir en un país como este, yo quiero un país diferente, donde formemos hombres nuevos y dejemos atrás esta cultura de violencia que por siglos han sembrado en nuestro corazones.
En segundo lugar quiero hacer una critica y expresar mi mas enérgico reclamo a las personalidades políticas locales y de la región por el nulo acompañamiento a este evento. De ahí podemos deducir muchas cosas.
La crítica también va a nuestro gobernador CRISTIAN MORENO PANESSO que con mucha expectativa elegimos con un voto de opinión tan consolidado en nuestro departamento como en ningún otro espacio de la geografía nacional y al que en este día le ha fallado censurablemente. Quiero recordarle al gobernador que unas de las razones que nos motivaron a elegirlo fue la de rechazar precisamente las practicas contra las cuales estaba diseñada esta humilde marcha, prácticas que incluso a él, le tocaron la vida y de alguna manera se la marcaron para siempre. ¿Será que ya no se acuerda?.
Veo con absoluta preocupación también la posición de la iglesia representada en la del padre ENRIQUE ICEDA, el cual se acompasó con la táctica de las grandes oligarquías y del emporio económico nacional, tergiversando los verdaderos móviles de esta concentración, disfrazándola de otras cosas, dándole otros nombres, cuando en realidad no podemos negar que fue convocada contra los paramilitares y contra el terrorismo de estado por las mismas víctimas que sufrieron en carne propia este flagelo y para los cuales es inaceptable esta falta de respeto. Si no, recordemos la marcha del 4 de febrero en contra de las FARC, que siempre fue manejada bajo esta consigna. Les invito a que hagamos el paralelo con la de hoy y fácilmente nos daremos cuenta como fué sagazmente cambiada su razón por la que a ellos mejor les pareció y a la cual más hábilmente se acomodaron, tildándola de “MARCHA U JORNADA POR LAS VICTIMAS”.
Y como faltaba la ñapa, como popularmente decimos en la costa, me da mucha vergüenza la actitud del alcalde y de su esposa, mas aún de esta última, quien el día de la marcha del 4 de febrero realizó un acto simbólico de intolerancia contra la maltratada y señalada izquierda democrática colombiana coaccionando a los presentes ese fecha, a levantar la mano derecha bien alto mientras la izquierda era alzada a mediana altura y manteniendo gacha la mano. Lo anterior, nos puede dar una bosquejo de lo reaccionario del mensaje, sin además presentarles las palabras que pronunció mientras lo ejecutaba, convirtiéndolo por cierto, en un hecho condenable.
Se noto en la celebración del evento esta mañana, la exagerada improvisación y la exclusión a las verdaderas víctimas de toda esta guerra, quienes muy dignamente remediaron esto tomando los micrófonos por intensión propia y participándonos sus desgarrodaras experiencias que tocaron el corazón de todos. Acto seguido, marchamos hacia la plaza Alfonso López un pequeño reducto de Gente solidaria con el dolor ajeno, dolor que hicimos propio. Marchamos, por que aunque no estaba planeado en el protocolo oficial, quisimos conmemorar el espíritu de los desaparecidos, secuestrados y asesinados, que a pesar de no encontrarse con nosotros materialmente, sentíamos su presencia en la memoria colectiva de los que estuvimos ahí.
Termino mi apreciación sin antes desaprovechar el momento para invitarlos a una reconciliación nacional, bajo los preceptos de justicia, de paz, de verdad, de reparación y de respeto a las libertades y a la democracia.
¡¡¡Las víctimas si existen!!! y el conflicto también. Insistimos en una salida política y negociada.
ATT: Bernardo FEUP
Hoy, mas que nunca, me siento dolido con mi país y con su pueblo. Es inexplicable como tanta indiferencia con las victimas del conflicto puede alojarse en el seno de la mayoría de cada uno de nuestros compatriotas. Antes que nada, quisiera resaltar el papel miserable que jugo el gobierno y los grandes medios de comunicación en la no tan buena, pero mejorable convocatoria que se realizo para la marcha de hoy, cuyo principal objetivo era el de alzar una plegaria por las víctimas del paramilitarismo y los crímenes de estado, como también, por aquellas que fueron producto de cualquier manifestación de violencia viniere de donde viniere. Pero no nos podemos extrañar y hacer espavientos ante tal cosa tan ruin, cuando es de nuestro conocimiento que el gobierno y su concierto de medios parcializados e irresponsables siempre le jugaron al fracaso de esta jornada histórica y tan diciente. ¿Será que sienten que fue en contra de ellos?, ¿Será que la conciencia no se los permitió?, las inquietudes están ahí puestas sobre la mesa.
No podemos seguir viviendo en un país donde el secuestro y las desapariciones son utilizadas como recurso válido para acallar al pueblo y resolver las diferencias ideológicas. Queremos precisar, que más que el secuestro físico que sufren miles de personas en Colombia, creemos que es aún mas grave y relevante lo que nosotros calificamos como SECUESTRO IDEOLÓGICO y en el cual nos encontramos la gran totalidad de colombianos. ¿ Acaso en nuestro país no se puede pensar diferente?, ¿No podemos tener una visión diferente a la de Uribe y sus parapolíticos? Y ¿No nos puede doler el mal ajeno u luchar por nuestros derechos?, la respuesta es; ¡NO!. Bajo las actuales condiciones, esta clase de ideas y debates no pueden realizarse, y si se llevan a cabo, debe ser en la mayor reserva posible por temor a ser tildado, rechazado y señalado, lo cual se constituye en lo menos grave que nos podría suceder, ya que hasta la muerte y toda clase de practicas inhumanas nos pueden ser aplicadas sin ningún escozor. Yo, no quiero vivir en un país como este, yo quiero un país diferente, donde formemos hombres nuevos y dejemos atrás esta cultura de violencia que por siglos han sembrado en nuestro corazones.
En segundo lugar quiero hacer una critica y expresar mi mas enérgico reclamo a las personalidades políticas locales y de la región por el nulo acompañamiento a este evento. De ahí podemos deducir muchas cosas.
La crítica también va a nuestro gobernador CRISTIAN MORENO PANESSO que con mucha expectativa elegimos con un voto de opinión tan consolidado en nuestro departamento como en ningún otro espacio de la geografía nacional y al que en este día le ha fallado censurablemente. Quiero recordarle al gobernador que unas de las razones que nos motivaron a elegirlo fue la de rechazar precisamente las practicas contra las cuales estaba diseñada esta humilde marcha, prácticas que incluso a él, le tocaron la vida y de alguna manera se la marcaron para siempre. ¿Será que ya no se acuerda?.
Veo con absoluta preocupación también la posición de la iglesia representada en la del padre ENRIQUE ICEDA, el cual se acompasó con la táctica de las grandes oligarquías y del emporio económico nacional, tergiversando los verdaderos móviles de esta concentración, disfrazándola de otras cosas, dándole otros nombres, cuando en realidad no podemos negar que fue convocada contra los paramilitares y contra el terrorismo de estado por las mismas víctimas que sufrieron en carne propia este flagelo y para los cuales es inaceptable esta falta de respeto. Si no, recordemos la marcha del 4 de febrero en contra de las FARC, que siempre fue manejada bajo esta consigna. Les invito a que hagamos el paralelo con la de hoy y fácilmente nos daremos cuenta como fué sagazmente cambiada su razón por la que a ellos mejor les pareció y a la cual más hábilmente se acomodaron, tildándola de “MARCHA U JORNADA POR LAS VICTIMAS”.
Y como faltaba la ñapa, como popularmente decimos en la costa, me da mucha vergüenza la actitud del alcalde y de su esposa, mas aún de esta última, quien el día de la marcha del 4 de febrero realizó un acto simbólico de intolerancia contra la maltratada y señalada izquierda democrática colombiana coaccionando a los presentes ese fecha, a levantar la mano derecha bien alto mientras la izquierda era alzada a mediana altura y manteniendo gacha la mano. Lo anterior, nos puede dar una bosquejo de lo reaccionario del mensaje, sin además presentarles las palabras que pronunció mientras lo ejecutaba, convirtiéndolo por cierto, en un hecho condenable.
Se noto en la celebración del evento esta mañana, la exagerada improvisación y la exclusión a las verdaderas víctimas de toda esta guerra, quienes muy dignamente remediaron esto tomando los micrófonos por intensión propia y participándonos sus desgarrodaras experiencias que tocaron el corazón de todos. Acto seguido, marchamos hacia la plaza Alfonso López un pequeño reducto de Gente solidaria con el dolor ajeno, dolor que hicimos propio. Marchamos, por que aunque no estaba planeado en el protocolo oficial, quisimos conmemorar el espíritu de los desaparecidos, secuestrados y asesinados, que a pesar de no encontrarse con nosotros materialmente, sentíamos su presencia en la memoria colectiva de los que estuvimos ahí.
Termino mi apreciación sin antes desaprovechar el momento para invitarlos a una reconciliación nacional, bajo los preceptos de justicia, de paz, de verdad, de reparación y de respeto a las libertades y a la democracia.
¡¡¡Las víctimas si existen!!! y el conflicto también. Insistimos en una salida política y negociada.
ATT: Bernardo FEUP
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