Germán Duque - Especial para PORTAFOLIO
Se proyecta seguro de salarios como alternativa al que ya hay por desempleo pero que es insuficiente.
Alrededor de 800 millones de dólares ha proyectado gastar este año el Gobierno estadounidense en ayudas a los trabajadores de la industria, que han perdido su trabajo como consecuencia de las crecientes importaciones de manufacturas.
Para el efecto, el Gobierno reactivó desde el 2002 una ley conocida como Asistencia por el Ajuste del Comercio (TAA), mecanismo que fue concebido por la administración Kennedy para enfrentar las consecuencias del libre comercio. La más reciente ayuda en ese sentido fue solicitada a la Secretaría de Trabajo por la compañía Whirpool, que recibirá cerca de 700 mil dólares, para atender la situación de 300 trabajadores liquidados por el cierre de una de sus plantas en Iowa.
Los estudios revelan que desde el año 2000, la industria ha cerrado cerca de tres millones de puestos de trabajo. No obstante, el TAA apenas ha podido atender aproximadamente a 75 mil trabajadores por año, en promedio. Debido a su escasa cobertura, el Congreso está trabajando para darle nuevos alcances, cubriendo, por ejemplo, al sector pesquero, servicios y empleados menores de 50 años, que no estaban contemplados. Asimismo, el auxilio es dirigido a empresas norteamericanas que cierran sus plantas para reubicarse en el exterior.
Además de la limitada cobertura, los expertos han señalado algunos defectos de la ley que hacen muy lento el trámite del subsidio y muy demorado su pago, mientras el trabajador despedido se reentrena y reubica en otro campo. Se revela en este caso que al reengancharse el trabajador industrial ha perdido por lo menos el 16 por ciento de su anterior salario. Un obrero con un ingreso promedio de 37 mil dólares al año, al reubicarse no obtenía más de 27 mil dólares.
Dada esa realidad, el Congreso ha empezado ha evaluar alternativas que sustituyen el concepto de seguro desempleo por el de seguro de salarios, mediante el cual se busca contrarrestar la baja del ingreso siquiera en un 50 por ciento de la diferencia entre el viejo y el nuevo salario. Dicha protección extendida por dos años, se estima que ascendería a unos 3.500 millones de dólares anuales, para atender unos 175 mil despidos por año.
El actual sistema, ha sido calificado por algunos expertos como ‘miserable’, pues la poca ayuda del seguro de desempleo no le alcanza ni para pagar el 35 por ciento que le corresponde en un seguro de salud, que para una familia de cuatro personas tiene un costo promedio de 800 dólares al mes. Entre tanto, el trabajador pierde su cotización para pensión y solo un 64 por ciento logra reubicarse adecuadamente.
Según los cálculos, el nuevo instrumento de compensación de pérdida de salario solo tendría un costo de 25 dólares por trabajador/año para el Estado y el sector empresarial, y atendería trabajadores que no ganen más de 5.000 dólares por mes.
Durante el 2006 la lista de empresas que solicitaron el auxilio llegó a 2.500, de las cuales casi 1.500 recibieron apoyo. Con cierta frecuencia la situación sirve para hacer política, pues detrás de cada cierre de planta hay un senador que está ayudando a tramitar el subsidio de desempleo.
1 comentarios:
Hola queridos compañeros precursores de esta interesante iniciativa. soy Jose p, estudio sociología y quisiera interactuar un poco mas con ustedes, a ver si me empapo mas de sus propuestas en torno a la U, ¿como hago para formar parte de su equipo?
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