A hombre que grabó a militares de Palacio de Justicia trataron de quitarle equipo de radioaficionado

Noviembre 14 de 2007

Clic para ampliar
Foto: David Osorio / EL TIEMPO
Pablo Montaña, radioaficionado que grabó conversaciones militares.

El martes, dos hombres llegaron a la pensión en la que vive, en el sur de Bogotá, diciendo que eran del Ministerio de Comunicaciones.

Pablo Montaña, de 70 años, presintió que algo no estaba bien y se negó a abrir la puerta del cuarto que ocupa desde hace 27 años.
Desde ese momento, no contesta el celular y no ha ido a ofrecer sus canciones en los cementerios.

"Don Pablo no ha venido esta semana, y creo que no lo hará después de salir en televisión, porque acá lo han venido a preguntar una gente rara", dice uno de los hombres que viste sotana y que por unos pesos reza y riega agua bendita en las tumbas del Cementerio Central.

Montaña, acordeonero, organista y trompetista, gana 4.000 pesos por cada canción que toca en dos cementerios de Bogotá.

El músico comenzó a figurar en medios de comunicación la madrugada del pasado sábado, cuando el periodista Herbin Hoyos difundió en Radio Caracol las grabaciones que hizo, hace 22 años, de las conversaciones radiales entre los militares que trataban de retomar el Palacio de Justicia, donde estaba atrincherado un comando del M-19.

Dos días después de ser reveladas las grabaciones, Montaña -con cierta ingenuidad- dio la cara a la televisión para contar en Noticias Uno cómo obtuvo las comunicaciones militares, cuya aparición podría ayudar a esclarecer lo que pasó el 6 y el 7 de noviembre de 1985.

La noche en vela grabando

A las 11 de la mañana del 6 de septiembre de 1985, el día en que el comando del M-19 irrumpió a tiros por el sótano del Palacio de Justicia, Pablo Montaña estaba trabajando en la sede de la orquesta de ciegos Balalaika, a unas cuatro cuadras de la escena de los hechos.

"Yo era uno de los trompetistas, pero ese día estaba cuidando la oficina cuando escuché por Caracol el extra de la toma -recuerda Montaña-. De una, pegado a mi radio, me fui hasta allá".

El cordón militar de la zona lo obligó a irse para la pensión. Después de unas horas de estar pegado al transistor de pilas, pensó que para estar informado de primera mano era mejor sintonizar una frecuencia militar en uno de sus equipos de radioaficionado.

"Como vivo cerca de la Plaza de Bolívar, en un walkie-talkie sencillo sintonicé una frecuencia. En esa época yo ya no veía muy bien, pero lo que oía que decían los militares era caliente, por eso me puse a grabar en casetes", cuenta.

Duró grabando, con pausas, hasta el mediodía del 7 de septiembre y guardó los cuatro casetes entre el arrume que aún tiene al lado de los equipos de radio.

Hoy, cuando su testimonio y lo que grabó podrían ser decisivos en la investigación de la tragedia del Palacio de Justicia, Montaña asegura que varias veces ofreció los casetes a las emisoras, pero que nunca le prestaron atención.

Pero las cosas cambiaron hace unos 15 días, cuando Montaña se reunió con Herbin Hoyos y lo puso a escuchar las grabaciones.

"Yo espero que la situación no me cambie para mal -puntualiza Montaña-. Lo que quiero es seguir teniendo trabajito en las iglesias y en los cementerios".

JORGE LUIS DURÁN P.
REDACTOR DE EL TIEMPO

0 comentarios:


Videos OCE-Unicesar Blip.tv

Universidad Popular del Cesar

Universidad Popular del Cesar
Click para ingresar

Grupo de OCE-Unicesar en Facebook

Archivo del blog

¿Te gusta nuestra pagina?

My Great Web page