Impuesto del 4 x 1.000 se mantendrá por lo menos tres años más aunque FMI pide eliminarlo

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eltiempo.com


Noviembre 14 de 2007

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Juan Camilo Restrepo, el Ministro que impulsó el impuesto, dice que es hora de desmontarlo.

Analistas y gobierno coinciden en que este tributo es inconveniente, pero no saben cómo obtener de otra forma los recursos que obtiene el fisco por ese concepto.

Según los delegados del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluyeron una visita de dos semanas al país, el 4 X 1.000 va en contravía de los avances y reformas realizadas por el Gobierno, ya que desmotiva la inversión extranjera y retrasa el crecimiento económico.

A la eliminación del tributo contribuiría además la coyuntura económica que está viviendo Colombia.

"Nuestro punto de vista es que este tipo de impuestos maneja un impacto negativo sobre la eficiencia financiera y hemos concluido que su eliminación sería algo que valdría la pena considerar", manifestó Benedict Clements, jefe de la misión del FMI para Colombia.

Sin embargo, el ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, rechazó la sugerencia del FMI, pues implicaría una nueva reforma tributaria, a la que se ha opuesto el presidente Uribe en repetidas oportunidades.

"No es viable la eliminación del 4 X 1.000, pues es un gravamen que representa un ingreso para la Nación de más de 3 billones de pesos y no contamos con una compensación alternativa", reconoció Zuluaga.

El ex ministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, que impulsó la creación del en 1999, explica que el impuesto a las transacciones financieras pasó a distorsionar la economía del país, debido al aumento en las tasas que ha tenido en los últimos años.

"El Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF) es un impuesto manejable cuando cuenta con tasas bajas como las de 1999 de 2 X 1.000", indica.

Ahora bien, según el ex ministro su eliminación es compleja, pues antes de que existiera esta contribución los Gobiernos movían otras fichas para hacer manejable su gasto, bien sea más deuda o reducciones del mismo.

"Para eliminar el 4 X 1.000 existen dos alternativas viables, la primera elevar otro impuesto para compensarlo, y la segunda, gastar menos, pero ninguna de las dos es llamativa para el Gobierno, pues en vez de elevar impuestos ha creado exenciones y por otro lado cuenta con un programa de gastos que va a toda máquina", afirma Restrepo.

Plata debajo del colchón

La Federación Latinoamericana de Bancos (Felabán) concluyó en un estudio que los impuestos sobre las transacciones financieras alejan a la población del sistema financiero, pues fomentan el manejo informal del dinero, es decir, motiva a tener 'la platica debajo del colchón'.

La presidenta del Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (Claaf) y autora del estudio '¿Qué dicen los datos sobre bancarización en América Latina?', Liliana Rojas Suárez, explica que el sistema financiero colombiano es un proyecto que viene mejorando, pues está comenzando a implementar nuevas alternativas, por ejemplo la de los corresponsales no bancarios es un paso adelante dentro del programa 'banca de oportunidades'.

Pero, todos estos avances se ven entorpecidos por algunas regulaciones que no funcionan o que entorpecen este sistema como por ejemplo el impuesto a los movimientos financieros y la tasa de usura.

"Los más afectados son los pobres, porque son los únicos que no pueden aminorar de algún modo su impacto, como sí lo pueden llegar a hacer las empresas o los consumidores grandes, ya que cuentan con algunas exenciones tributarias directas o indirectas", afirma Rojas.

De 2 x 1.000 a 4 x 1.000

El Gravamen a las Transacciones Financieras, hoy más conocido como 4 por mil, fue creado en el año de 1998 en el gobierno de Andrés Pastrana donde él y su ministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, lo plantearon como un impuesto para apoyar la recuperación de la banca, en plena crisis financiera.

La primera tasa que rigió por un año, 1999, fue del 2 por mil. En la reforma tributaria del 2000 (Ley 633 del 2000) la tarifa del impuesto pasó a 3 por mil, debido al terremoto de Armenia, pues el gobierno de la época determinó que el punto adicional fuera destinado a atender dicha calamidad. Esta tarifa permaneció hasta el 2003.

El actual Gobierno, en cabeza del ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, pasó el impuesto a 4 por mil, asegurando que sería por un período transitorio de tres años, es decir que en el 2006 se extinguiría.

Pero, el año pasado en la discusión de una nueva reforma tributaria, Ley 1111 del 2006, el Gobierno y el Congreso decidieron unánimemente declararlo como un impuesto de carácter permanente.

La administración Uribe prometió estudiar una rebaja de un punto en el impuesto a los movimientos financieros. Situación que no se llevó a cabo y que se trató de compensar en el trámite de la reforma fijando nuevos topes y nuevas exenciones para los retiros mensuales en las familias de estratos 3 y 4 y para las personas que reciben sus mesadas pensionales a través del sistema financiero, entre otras.

Inicialmente este tributo fue destinado, por la vigencia de un año, a contribuir en la recuperación de sistema financiero, después de la crisis de finales de los años 90.

Sin embargo, según los expertos, como resultó un cobro masivo en la población los gobiernos posteriores decidieron no solo mantenerlo, sino incrementarlo con el fin de abultar aún más la bolsa de recaudos por concepto de impuestos y así contar con mayores ingresos dentro de los presupuestos, para traducirlos en más gasto.

LILIANA OLARTE ÁVILA
REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS

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