Los espejitos

REPENSAR EL CARBÓN

Salud Hernández-Mora. Columnista de EL TIEMPO.

No sé por dónde comenzar. Si por la sucia carretera de entrada, atacada por un sarpullido de huecos y atestada de tractomulas envejecidas y mugrientas; si por el carrotanque oxidado que riega la vía para que no se levante el polvillo del carbón que pudre los pulmones; si por el barrio Paraíso, repleto de escenas de miseria biafreña; si por el elefante blanco del edificio de la Casa de la Cultura; si por la ausencia de acueducto; si por las zorras que recogen la basura porque el camión municipal sólo pasa una vez por semana y si hay con qué tanquear; si por las deudas del alcalde con sus funcionarios porque jura que no hay plata para pagar.

La Jagua de Ibirico es la obra cumbre de los corruptos y el monumento a la inutilidad del carbón como motor de desarrollo regional. De nada le valió acabar con la salud de decenas de sus habitantes, de trocar sus tierras bellas y fértiles por colosales cráteres grisáceos y secos. El pueblo está invadido por el cáncer corrosivo de la corrupción desde hace cuatro lustros y no ha nacido aún ni médico ni droga capaz de atajarlo.

Y lo que no roban los políticos locales y departamentales se escapa por los dedos de la ineptitud de los funcionarios públicos nacionales. Da tanta ira lo que uno ve al caminar por el pueblo, tanta rabia, que la aberración del defenestrado puerto de Barú se queda chica al lado de El Dorado ennegrecido que nos cambiaron por espejitos.

El carbón destroza más de lo que aporta a los colombianos. Las multinacionales que lo explotan no pagan el daño que causan. Tampoco los sucesivos presidentes han sabido utilizarlo en beneficio de las regiones cuyos campos empobrece, ni los ciudadanos de los pueblos que lo padecen han sido capaces de aprovecharlo.

En cinco años de gobierno Uribe, la única idea fue quitarle a La Jagua las regalías para ver si Bogotá les hace alguna obrita. Pero es un negocio bien malo vender tu aire puro, tus verdes montañas, tu ganadería y tus cosechas esperando un acueducto o un puente que tendrían que hacerlo la gobernación y el Estado sin aguardar esos ingresos extras que, por lo demás, nunca llegaron.

Además, todo parece orquestado para favorecer los intereses extranjeros y avasallar los colombianos. Lo indican las últimas concesiones, que ya no tienen reversa para desgracia y vergüenza de esta nación.

La multinacional Glencor pretende hacerse con unas tierras en el Cesar de una riqueza excepcional, a fin de extraer carbón y enviarlo al exterior con jugosas ganancias para bolsillos foráneos.

Ofrece 4 millones por hectárea, ni un peso más, aunque haya finqueros que no quieran deshacerse de ellas. Pero si no vendes, te expropian a precio de ganga. El Estado te abandona a la suerte de los conquistadores y como hay mucho cegato convencido de que hace el negocio del siglo porque los espejitos brillan y pueden comprar litros de Old Parr y tal vez un apartamento, pues los extranjeros tienen todas las de ganar. De nada sirve la advertencia de que el carbón también arruinará las tierras colindantes y de que una plata se despilfarra sin el diseño previo de un plan empresarial sostenido que reemplace la economía agraria existente. Por tanto, ni les sirve a los campesinos ni a los ganaderos, ni a las poblaciones sumidas en el atraso. Si después de veinte años solo hay Jaguas, Chiriguanás y Uribias que exhibir; si ni siquiera empresas serias como El Cerrejón generaron progreso en su entorno ni pueden garantizar la recuperación total de esos gigantescos socavones en donde podríamos enterrar pueblos enteros, ¿no será la hora de repensar el futuro de la explotación carbonífera?

P. D. Muy bueno el nombramiento de Luz Piedad Herrera en Colombia Joven. Hizo una excelente labor al frente del Observatorio de Minas y hará lo mismo en esa desaprovechada entidad.

Salud Hernández-Mora

0 comentarios:


Videos OCE-Unicesar Blip.tv

Universidad Popular del Cesar

Universidad Popular del Cesar
Click para ingresar

Grupo de OCE-Unicesar en Facebook

Archivo del blog

¿Te gusta nuestra pagina?

My Great Web page