El coronel Hernán Mejía Gutiérrez, quien era considerado un oficial estrella por los resultados de las unidades a su mando, es investigado por el delito de concierto para delinquir.
El cargo en su contra implica que Mejía y al menos uno de sus subalternos, el teniente coronel José Pastor Ruiz Mahecha, se unieron con las autodefensas para "conformar grupos armados al margen de la ley y cometer homicidios".
La medida de aseguramiento también alcanza al sargento primero Aureliano Quejada Quejada y al suboficial (r) Efraín Andrade.
La muerte de 18 supuestos guerrilleros del Eln en octubre del 2002, que le valió el reconocimiento del alto mando, terminó siendo la clave para que la Fiscalía ordenara la captura, a más de un año del inicio de la investigación.
Los muertos, según pudo confirmar la Fiscalía con base en testimonios de ex Auc y de pobladores de la zona, eran paramilitares.
Según la investigación, se trató de una especie de purga interna del grupo 'Mártires del Cacique de Upar', que habría sido acordada por Mejía y el jefe paramilitar '39' y que terminó como un 'falso positivo'.
Testimonio clave
Un ex Auc le dijo a la Fiscalía que sus compañeros fueron llevados a una finca de Bosconia y que allí fueron asesinados por otros 'paras'. El plan, aseguró, era que los militares pudieran mostrar resultados en la lucha contra la guerrilla en esa zona del país.
Aunque los cadáveres aparecieron con brazaletes del Eln, sus prendas interiores estaban marcadas con símbolos de las Autodefensas del Cesar.
'39', cuyo verdadero nombre era David Hernández, un mayor del Ejército que llegó a ser segundo de 'Jorge 40' en el Cesar, murió después en un operativo militar que también está en investigación. Los dos oficiales también responderán por la muerte de dos supuestos guerrilleros en junio del 2002. En su momento, Mejía y su equipo presentaron los hechos como la baja en combate de dos hombres que intentaban entrar a las instalaciones de La Popa y fueron detectados a tiempo.
La investigación señala que esas dos personas ingresaron a la unidad en vehículos del batallón y que estuvieron a órdenes de personal militar antes de su muerte.
En enero del 2007, en una rueda de prensa el propio ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, anunció el relevo del coronel Mejía por una investigación conjunta con la Fiscalía.
Un batallón en apuros
Este no es el primer escándalo por 'falsos positivos' que afecta al batallón La Popa. La semana pasada, en otros hechos, la Fiscalía dictó medida de aseguramiento sin beneficio de excarcelación por el delito de homicidio en persona protegida a 29 militares de ese batallón. Quince de ellos fueron capturados por unidades del CTI en la unidad militar.
Según la Fiscalía, los militares habrían participado en la muerte, en el 2005, de los campesinos Frank Martínez Caviares y Claudio Manuel Olmero Arlante.
Ellos fueron presentado como integrantes del frente 41 de las Farc.
El Coronel Hernán Mejía era un oficial estrella
Llegó a ser considerado ejemplo en el combate a la guerrilla y en la lucha contra los paramilitares del Cesar.
Fue comandante en la brigada de selva 24 del Putumayo y tuvo mando en el departamento de Caquetá, zonas históricamente complejas en relación con el orden público.
En los primeros años de su carrera militar hizo parte de la retoma del Palacio de Justicia.
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