En un acto simbólico, integrantes de diversas organizaciones campesinas que participaban en el movimiento contra la apertura total del TLCAN prendieron fuego a un tractor en la explanada del Monumento a la Revolución. Rodeado de otros tractores, camionetas y camiones, los manifestantes lanzaron consignas contra el acuerdo comercial y la consiguiente apertura total a la importación de granos.
Decenas de miles de campesinos provenientes de varios estados de México marcharon este jueves por la capital del país, contra la entrada en vigencia del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que aseguran los hundirá más en la pobreza. Los manifestantes pidieron además una mejor distribución de los recursos que el Estado asigna al sector.
El punto de concentración de la movilización campesina fue la plaza del Zócalo, en Ciudad de México. Rodeados por un gran cerco policial, los manifestantes, montados en sus tractores, protestaron contra la liberación del mercado del de maíz impuesta por el TLCAN.
Los organizadores de la marcha calcularon en 150 mil los participantes en la movilización.
Los productores mexicanos se quejaron de que, además de las desigualdades con sus colegas norteamericanos, se enfrentan a una constante alza del precio del diésel, fertilizantes y luz, tres componentes que representan más de la mitad de sus costos de producción.
Desde hace varias semanas, miles de agricultores se trasladan en la caravana "Movimiento de Resistencia Campesina Francisco Villa", que partió desde varios puntos de la geografía mexicana.
Escoltados por unos 500 tractores, habían llegado desde el miércoles a la metrópoli norteamericana para expresarle al Gobierno del presidente Felipe Calderón su inconformidad con el acuerdo.
Vacas, más de cien tractores, indígenas con trajes típicos, música de banda, caballos, burros y pancartas aderezaron la movilización, que discurrió en un ambiente tranquilo y fue apoyada por otros sectores como los sindicatos de telefonistas, electricistas, estudiantes y varios legisladores.
"Esta caravana está enmarcada en la campaña ’Sin maíz no hay país’ y es una de las acciones que hemos emprendido para tratar de modificar las políticas públicas hacia el sector agropecuario. Estamos demandando la modificación del Tratado de Libre Comercio", explicó Roberto Cáceres, uno de los líderes de la movilización.
Competencia desleal
Denuncian que quienes trabajan el campo mexicano no reciben suficientes incentivos gubernamentales, como tecnología o maquinaria, en contraposición con las millonarias inversiones que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, ambos socios del TLCAN, destinan a sus países.
Al filo de las 15 horas de este jueves, un primer contingente de la "megamarcha" campesina inició su movilización hacia la plaza del Zócalo.
En un acto simbólico, integrantes de diversas organizaciones campesinas que participaban en el movimiento contra la apertura total del TLCAN prendieron fuego a un tractor en la explanada del Monumento a la Revolución.
Rodeado de otros tractores, camionetas y camiones, los manifestantes lanzaron consignas contra el acuerdo comercial y la consiguiente apertura total a la importación de granos.
La caminata fue promovida por la Confederación Nacional Campesina (CNC), una organización que agrupa a cinco millones de campesinos, que argumenta manejos arbitrarios de los programas agrícolas gubernamentales por parte del ministro de Agricultura, Alberto Cárdenas. Los fondos destinados a este sector ascienden a 60 mil millones de pesos (cerca de 5 mil 500 millones de dólares).
Desde las primeras horas del día, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) desplegó a mil 500 policías para vigilar la "megamarcha" campesina.
México no renegocia
Uno de los objetivos de la protesta campesina, la renegociación del tratado, sufrió un duro golpe por parte del ministro Cárdenas, quien el martes dijo que su país no discutirá el TLCAN con los demás socios porque "no hay voluntad de Estados Unidos y Canadá para tocar el tema".
Pero no solo se trata de la voluntad de los socios del norte, sino también de la política llevada a cabo por el Gobierno mexicano, ya que el propio Cárdenas no estima conveniente renegociar el tratado.
"Yo me preguntaría antes como mexicano y como campesino ¿nos conviene? (renegociar el tratado) y digo: no nos conviene, mejor no lo intentemos. Mejor utilicemos los mecanismos que tiene el TLC para que veamos problema por problema y lo podamos resolver de manera mas rápida y ágil", señaló Cárdenas en entrevista a la BBC.
El capítulo agrario del TLCAN empezó a regir el 1º de enero de 2008 e implica la liberalización de los aranceles de entrada de productos clave en la canasta básica mexicana: leche en polvo, caña de azúcar y maíz, los últimos rubros que estaban pendientes de abrirse al "libre comercio".
El TLCAN fue firmado en 1994 entre México, Estados Unidos y Canadá.
La campaña "Sin maíz no hay país, sin frijol tampoco", se realiza desde mediados de 2007 y busca denunciar que con la entrada del capítulo agrario del TLCAN los campesinos mexicanos quebrarían, porque en los 14 años que lleva vigente el acuerdo comercial tripartita, el Gobierno no tomó las previsiones ni adoptó los cambios necesarios para que los campesinos pudieran competir con la producción de estos dos gigantes norteamericanos.
En el siglo XXI sigue vigente el dicho del francés Lacordaire de los años 1800: "entre el fuerte y el débil, entre el rico y el pobre, entre el amo y el siervo, la libertad oprime y la ley libera".
zocalo - na multitud de 150 mil personas, integrada por campesinos, indígenas y activistas políticos, rechazó el acuerdo neoliberal que sólo favorece a las trasnacionales. (Foto: Efe) (JPEG - 33.1 KB)
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