LA ACUSACIÓN CONTRA NOGUERA
Este Gobierno es muy de buenas. La Fiscalía acusa al ex director del DAS Jorge Noguera de haber puesto ese organismo de inteligencia al servicio del paramilitarismo durante los dos primeros años de la administración Uribe y en lugar de que semejante noticia ponga en aprietos al Presidente, como pasaría en cualquier país que se diga democrático, esta termina sepultada por el tsunami mediático que ha producido en la opinión la marcha contra las Farc prevista para hoy.
Sin embargo, la acusación que hace la Fiscalía no es de poca monta ni se puede minimizar. Comenzando por el hecho inexplicable de que el presidente Uribe se empleó a fondo en defensa del acusado, con una vehemencia que no se le había visto antes ni se le vio después. Cuando los medios empezaron a denunciar lo que estaba sucediendo en el DAS, Uribe estuvo a su lado como un titán, con el argumento de que se trataba de "un buen muchacho" en cuyo apartamento de Santa Marta había pasado él una noche, luego de un día de intensa campaña.
Cuando Noguera renunció a la jefatura del DAS, el Gobierno se encargó de enviar el mensaje a la opinión de que el ex funcionario seguía gozando de la confianza del Presidente, al promoverlo como nuevo cónsul en la ciudad italiana de Milán. Y cuando los medios destaparon las relaciones peligrosas de Noguera con los 'paras' -en especial con 'Jorge 40', a quien se le encontró asignado un carro destinado al presidente-, Uribe se fue lanza en ristre contra los medios y sus directivas, a las que trató de ridiculizar y banalizar en horario triple A.
Pues bien, ese "buen muchacho" que tanto defendió el Presidente ha sido acusado por la Fiscalía General de la Nación de haber puesto al servicio de los 'paras' un organismo de inteligencia como el DAS durante los dos primeros años de su gobierno. Durante esos dos años, los paramilitares no estaban ni desmovilizados ni desarmados, sino haciendo de las suyas en las bacanales de Ralito. Esos fueron los años en que Noguera, según la acusación que le hace la Fiscalía, les ayudó a borrar sus antecedentes penales y les permitió utilizar el DAS y sus redes de inteligencia para fortalecer sus ya establecidas mafias -cuyas estructuras de poder hoy siguen intactas a pesar de que muchos de sus jefes militares se encuentren desmovilizados-. Quién sabe cuántos muertos, cuántos asesinatos se cometieron por cuenta de esta colaboración tan estrecha que hoy ha puesto en evidencia la Fiscalía General de la Nación.
Finalmente, y aunque se demoró en hacerlo, el gobierno del presidente Uribe recompuso su línea pro Noguera y, en buena hora, nombró en el DAS a una persona de las calidades de Andrés Peñate, cuya acertada gestión consiguió desmantelar gran parte de los tentáculos que el paramilitarismo desplegó a comienzos del 2001 con el objetivo de tomarse no solo el DAS, sino instituciones como la Fiscalía.
Sin embargo, es claro que si los medios no hubieran hecho las denuncias de rigor, hoy Noguera habría sido nombrado, por lo menos, Ministro del Interior. Como también lo es el hecho de que en materia de la penetración de los 'paras' en el Estado, el país está lejos de saber aún toda la verdad. Por ahí anda empolvándose una denuncia contra el ex fiscal Osorio en la Comisión de Acusaciones de la Cámara por ese mismo motivo. (Sí, cómo no, el mismo ex fiscal que Uribe propuso clonar.)
No obstante, el hecho de que el gobierno Uribe hubiera aceptado a regañadientes enmendar tan craso error, no lo exonera de su responsabilidad ni explica el porqué de su insistencia en defender a un personaje tan controvertido como Noguera. Al fin y al cabo, él fue nombrado por el Presidente y fue sostenido por él contra viento y marea, mientras a sus espaldas su buen muchacho les entregaba el DAS a los poderosos 'paras'.
¿Ustedes se imaginan qué le hubiera pasado a un Presidente si en lugar de que la Fiscalía hubiera acusado a Noguera de poner al DAS al servicio de los 'paras' lo hubiera acusado de ponerlo al servicio de las Farc?
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