EN TEORÍA ENEMIGOS, en la práctica aliados. Así son a la hora de repartirse las rutas y el mercado de la coca en el sur de Bolívar, guerrilleros del frente 24 de las Farc y miembros del grupo paramilitar emergente conocido como Águilas Negras, al servicio de Los Mellizos Mejía Múnera.
Según autoridades locales, a finales de octubre del año pasado, se reunieron en Monterrey comandantes de los dos grupos y suscribieron un acuerdo verbal en el que establecieron, entre otras cosas, rutas, precios, zonas de cultivo y formas de compra-venta de cocaína. "Tuvimos conocimiento de ese encuentro en Monterrey para sacar y vender la coca -dijo la presidenta del Concejo de Santa Rosa del Sur, Blanca Cecilia Siabato-. Eso lo están investigando las autoridades respectivas".
Según uno testigo del encuentro, "la reunión se llevó a cabo en buenos términos y de lo único que se habló fue del billete". Fijaron entre 2,8 y 3,0 millones de pesos el precio de compra del kilo de base de coca a los raspachines. Los dos grupos se estaban disputando el control del narcotráfico en la zona. "El mercado lo tenían monopolizado Los Mellizos desde que le compraron la franquicia a Macaco (Carlos Mario Jiménez, ex jefe del Bloque Central Bolívar) y por eso las Farc o negociaban o se quedaban sin nada", aseguró una fuente.
Esta alianza, sumada al enfrentamiento interno entre bloques de las Auc que no se desmovilizaron y al ingreso de hombres del cartel del Norte del Valle, tiene a las autoridades preocupadas y a la población con miedo, pues como lo comprobó el Observatorio de Paz Integral del Magdalena Medio (OPI) sobre la base de información de Medicina Legal, el año pasado fueron asesinadas 30 personas por cuenta de esa confrontación.
Según un líder comunal de San Pablo, se han armado bandas de desmovilizados, como la de Los Vagos, que trabajan para los carteles y sacan la droga por Santa Rosa, Aguachica, Catatumbo y Venezuela. Su jefe es Monoteto, el segundo hombre del grupo de Los Mellizos, a quien le siguen Román, Vides y Hitler. Y en Santa Rosa, poco antes de las elecciones de octubre, circularon rumores sobre la existencia de una lista de 40 personas que serían asesinadas y desde entonces se han registrado más de 15 homicidios por cruces de cuentas entre narcotraficantes. Algunos de los muertos eran desmovilizados.
La desmovilización de 2.523 hombres del bloque Central Bolívar el 31 de enero de 2006 no acabó con el miedo y la violencia en la región, pues paramilitares de viejo y nuevo cuño, guerrilla y narcotraficantes buscan quedarse con el negocio de la coca en una zona considerada el corazón de los cultivos ilícitos.
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